En naciones como Estados Unidos, la tasa de ataques al corazón sigue aumentando entre las personas menores de 50 años. Si bien los efectos protectores de dejar de fumar están bien documentados entre las personas mayores que han sufrido un ataque al corazón, los beneficios han sido poco estudiados para el caso de los supervivientes más jóvenes de un ataque al corazón.
Un nuevo estudio contribuye ahora a resolver esta duda.
El equipo formado, entre otros, por David Biery y Ron Blankstein del hospital BWH (Brigham and Women's Hospital), en la ciudad estadounidense de Boston, ha investigado la asociación entre dejar de fumar y la supervivencia entre adultos jóvenes que han sobrevivido a un ataque al corazón.
Basándose en un análisis retrospectivo de los datos, el equipo descubrió que cerca de la mitad de los individuos que sufrieron un ataque al corazón antes de los 50 años eran fumadores activos. Entre los que dejaron de fumar dentro del año siguiente a su primer ataque al corazón, los índices de muerte por enfermedades cardíacas o cualquier causa de muerte fueron más de un 70 por ciento más bajos que entre quienes no lo dejaron.
Los resultados son elocuentes, tal como enfatiza el Dr. Blankstein: “Entre los jóvenes que han sufrido un ataque al corazón, dejar de fumar se asocia con un beneficio sustancial".
Los datos analizados proceden de un registro de pacientes menores de 50 años que sufrieron un ataque al corazón y recibieron asistencia médica en el hospital BWH o en el Hospital General de Massachusetts entre enero de 2000 y abril de 2016. El registro incluye 2.072 personas. Entre ellos, 1.088 eran fumadores en el momento de su ataque al corazón. Entre las personas de las que se dispone de datos sobre si un año después del ataque seguían fumando o no, 343 pacientes (el 38 por ciento) habían dejado de fumar y 567 (el 62 por ciento) seguían fumando. Ambos grupos eran comparables en términos de edad y otros aspectos.
En los diez años siguientes, fallecieron 75 de los fumadores empedernidos (un 13,2 por ciento), mientras que solo murieron 14 (un 4,1 por ciento) de quienes habían dejado de fumar en el año siguiente a su primer ataque al corazón. De los fumadores empedernidos, 30 murieron de un ataque al corazón o de otro problema cardiovascular (5,3 por ciento) en comparación con seis (1,7 por ciento) de los que habían dejado de fumar.
Fuente: Ncyt de Amazings
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