Se conmemora un nuevo día mundial de la lucha contra la hepatitis, enfermedad que padecen más de 355 millones de personas en todo el mundo, según se deprende del último informe de la Organización Mundial de Salud (OMS).
Es aquí que surge una oportunidad para hablar de qué son, cómo se trasmiten y cómo se pueden prevenir.
La hepatitis es la inflamación del hígado causada por distintos virus, más frecuentemente los virus de hepatitis A, B y C.
El principal modo de transmisión de la hepatitis A es a través de la ingesta de agua y alimentos contaminados.
Para el caso de la hepatitis B y C las principales causas están asociadas al contacto con sangre o fluidos corporales infectados.
El modo más frecuente de transmisión del tipo B es por contacto sexual o de la madre al bebé en el parto.
En América Latina y el Caribe se estima que 2,1 millones de personas viven con hepatitis B y 4,1 millones con hepatitis C crónica, de las cuales solo el 14 por ciento están diagnosticadas.
En el caso de Argentina, se calcula que hay 332 mil personas con hepatitis C y sólo el 35 por ciento lo sabe.
Desde hace algunos años, el Ministerio de Salud junto con ONG’s y grupos de todo el país llevan adelante distintas actividades y programas vinculados a la detección temprana, a la formación de grupos de apoyo, mesas regionales multisectoriales, cursos de capacitación para pacientes y campañas nacionales de concientización.
De esta manera se intentan alcanzar las metas propuestas por los distintos organismos internacionales de salud.
Poner fin a la importante amenaza para la salud pública que suponen las epidemias de hepatitis es factible con las herramientas y métodos disponibles en la actualidad y los que se encuentran en fase de desarrollo.
Existen vacunas tanto para la hepatitis A como para la hepatitis B, no tienen contraindicaciones y son garantizadas por el Estado Nacional a través de su inclusión en el Calendario Nacional de Vacunación, encontrándose disponibles en hospitales y centros de salud de todo el país. La vacuna contra hepatitis A es aplicada al año de vida.
La vacuna contra hepatitis B es obligatoria y gratuita tanto en niños adolescentes y adultos que no la hayan recibido durante el primer año de vida.
Aún no existe una vacuna contra la hepatitis C pero puede prevenirse no compartiendo agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, exigiendo el uso de materiales descartables o esterilizados al hacerse tatuajes, piercings o implantes, y usando preservativo en todas las relaciones sexuales.
El 28 de julio fue instaurado por la Organización Mundial de la Salud como el día mundial contra las hepatitis virales, en conmemoración del nacimiento del profesor Baruch Samuel Blumberg, Premio Nobel de Medicina en 1976, quien descubrió el virus de la hepatitis B y desarrolló la primera vacuna.
El desafío a corto plazo es traccionar aún más los esfuerzos público-privados para que cada vez sean más las personas que accedan a la prevención mediante la vacunación, a realizarse controles serológicos y puedan llevar adelante tratamientos para controlar la enfermedad.
Por Pilar Estevan (La Capital).-
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