La manorexia puede entenderse como un trastorno de la conducta alimentaria similar a la anorexia, pero sufrido especialmente por hombres.
La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que, en general, afecta sobre todo a mujeres jóvenes, aunque también puede aparecer en hombres y en distintos rangos de edad. Así, la manorexia es un neologismo utilizado para hablar de la anorexia padecida por hombres o de la expresión masculina de la anorexia.
La manorexia se considera un TCA no especificado y su nombre se debe, en gran medida, al hecho de que los estereotipos de género nos han hecho pensar que la anorexia es una enfermedad exclusiva de las mujeres.
Algunos especialistas opinan que es innecesario crear denominaciones nuevas para diferenciar las características de un trastorno en función del género. Sin embargo, manorexia es un término que se ha venido popularizando en los últimos años y nos permite entender las particularidades de la anorexia masculina.
En este artículo conoceremos las causas y los posibles orígenes de los casos de manorexia, sus características más relevantes y la importancia de su abordaje terapéutico.
¿Cuáles son las causas de la manorexia?
En primer lugar, la presión social por tener una corporalidad que encaje en los estándares hegemónicos de belleza es una causa recurrente en los casos de manorexia. La publicidad, los medios de comunicación y, sobre todo, las redes sociales han generado una serie de modelos aspiracionales que calan en la autoestima de las personas más jóvenes.
Estos modelos muchas veces inciden en la construcción de nuestra imagen corporal y en nuestra adopción de estilos de vida. En consecuencia, la exposición constante a estos patrones estandarizados de belleza puede hacernos vulnerables frente a este tipo de trastornos de la conducta alimentaria.
En el caso particular de la manorexia, los modelos de masculinidad dominante, que suelen enfatizar rasgos como la fuerza física, la agilidad y la competitividad, pueden estar detrás del origen del trastorno. Esto teniendo en cuenta que el patrón característico de la manorexia no es la delgadez extrema, sino el cultivo de una figura delgada y a la vez atlética a través de la combinación obsesiva entre restricciones alimentarias y ejercicio excesivo.
Por último, algunos factores que pueden estar asociados a la aparición de la manorexia son la exposición a algún evento traumático, episodios de fracaso escolar o bullying ligado a la corporalidad. Adicionalmente, la falta de preocupación de los padres y la poca atención que se le preste a la alimentación de los hijos pueden ser elementos que agraven la situación.
Características de la manorexia
De manera general, quienes padecen manorexia son hombres, particularmente jóvenes, que sienten miedo a engordar. Con esa idea en mente, realizan actividad física en exceso y llevan patrones alimentarios que pueden llegar a ser peligrosamente restrictivos.
Algunas características de la manorexia son las siguientes:
Restricciones alimentarias
Los hombres que padecen manorexia suelen perder progresivamente el apetito y llevar dietas muy restrictivas. Adicional a esto, es posible que consuman laxantes y distintos tipos de suplementos usados convencionalmente para adelgazar.
Actividad física excesiva
Tal vez el rasgo más habitual es el ejercicio físico excesivo, tanto en cantidad de horas como en el esfuerzo realizado. Especialmente suelen darle prioridad a ejercicios cardiovasculares para quemar grasa corporal.
Distorsión de la imagen corporal
Del mismo modo, otra señal característica de este tipo de trastornos de la conducta alimentaria es la percepción distorsionada de la imagen corporal. Es decir, un hombre con manorexia puede verse en el espejo como si fuera de una talla más grande que la talla real.
Cansancio crónico y malestar físico general.
La manorexia suele traer consigo molestias físicas como cansancio permanente, problemas gastrointestinales, sensación térmica de frio, pérdida del cabello y problemas dentales.
Consecuencias psicosociales
Finalmente, trastornos como este afectan negativamente la autoestima y pueden generar síntomas de depresión y ansiedad. Sumado a esto, es posible que se generen sentimientos de poca valía personal y desórdenes emocionales que conduzcan a aislamiento social y al deterioro de las relaciones familiares y sociales.
La importancia de buscar ayuda
Para empezar, es importante tener en cuenta que en muchos casos los hombres con trastornos de la conducta alimentaria no suelen buscar ayuda. Esto porque hay estigmas asociados al hecho de que estas se consideran enfermedades de mujeres. De este modo, el primer paso será reconocer que se tiene un problema y que este puede resolverse contando con la ayuda profesional adecuada.
El tratamiento para la manorexia gana en calidad cuando es diseñado desde una perspectiva interdisciplinar. Por un lado, la terapia psicológica ayudará a identificar el origen de los pensamientos que subyacen al trastorno, por ejemplo, que la delgadez es sinónimo de belleza o que la belleza es sinónimo de éxito social.
Sumado a esto, será fundamental la participación de un nutricionista, que va a tener la misión de diseñar una dieta saludable y, por supuesto, un seguimiento médico para evaluar el estado de salud en general y hacer seguimiento a los avances.
Así mismo, el acompañamiento de la familia es fundamental para generar mejores hábitos alimentarios, fortalecer la autoimagen y progresivamente superar este trastorno.
Para cerrar, tal vez valga la pena que todos reflexionemos acerca de la forma en la que cotidianamente reforzamos la asociación entre delgadez y belleza. Podemos empezar a generar formas diferentes de percibir nuestras corporalidades, dejar de hacer comentarios innecesarios sobre los cuerpos de otras personas y ser más amables con la imagen que recibimos del espejo.
La Mente es Maravillosa.-
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