El nuevo sistema de etiquetado frontal surge como una de las medidas que los Estados deben tomar para revertir la epidemia del sobrepeso y la obesidad que afecta tanto a adultos como a niños.
Un problema que no mejora
Actualmente, el sobrepeso y la obesidad es el problema nutricional más importante de niños, niñas y adolescentes en Uruguay. Este problema se inicia a edades tempranas: cuatro de cada 10 (39,4 por ciento) niños y niñas en edad escolar presentan sobrepeso u obesidad. La epidemia en los niños avanza a una velocidad extremadamente preocupante: el sobrepeso pasó de 17 por ciento en 2002, a 22 por ciento en 2019, y la obesidad se duplicó, de nueve por ciento a 17 por ciento en igual período.
Causas y consecuencias
Los niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad con frecuencia tienen hipertensión y están expuestos a sufrir enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer a edades tempranas. Además, tienen alta probabilidad de continuar siendo obesos al llegar a la edad adulta. Pero, además, el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes tienen un efecto negativo en su proceso de aprendizaje y pueden contribuir al desarrollo de dificultades conductuales y emocionales, además de a sentimientos de estigmatización.
Sin perjuicio de la complejidad de las causas de la obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Unicef reconocen que los principales factores que promueven la ganancia de peso y la obesidad son el consumo de productos con exceso de grasas, azúcares y sal, el consumo frecuente de bebidas azucaradas y la insuficiente actividad física.
El etiquetado frontal
Esta es una de las tácticas que pueden aplicar los Estados para revertir el sobrepeso y la obesidad en la población. El fin de esta medida es brindarle a la sociedad información nutricional simple, fácil de encontrar y de entender; promover una selección informada de alimentos y favorecer cambios en los hábitos alimentarios.
En este sentido, contar con esta información tiene grandes ventajas para las familias, que ahora pueden valerse de este sistema uniformizado por el Ministerio de Salud Pública para saber si un alimento tiene exceso de sal, azúcares, grasas o grasas saturadas y, por tanto, si no es saludable.
Sellos octogonales que identifican a alimentos con exceso de grasas, grasas saturadas, sodio y azúcares
Unicef celebra el compromiso y el logro del Estado uruguayo al poner en vigencia el decreto sobre etiquetado frontal de alimentos envasados.
Para que se aprobara la ley y el decreto que regulan esta medida, Unicef realizó esfuerzos de abogacía, negociando con decisores y actores clave, además de visibilizando las implicancias de una alimentación no saludable en la infancia. Por otra parte, ha apoyado al Ministerio de Salud Pública en campañas de promoción de hábitos saludables, y en la promoción del nuevo etiquetado, así como en la producción de recursos de interés para las familias, como guías con consejos y recetarios.
Unicef.-
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