“Dejá tu mente en blanco” es el consejo que todo el mundo sugiere para antes de ir a la cama y para descansar mejor. Pero la pregunta es precisamente, ¿cómo lo consigo? Aquí te sugerimos algunas prácticas que pueden ayudarte a relajar y a conciliar el sueño más rápidamente.
Menos energía
Bajá la intensidad de tu actividad mental dos horas antes de irte a la cama. La idea es que el ritmo de los pensamientos empiece a disminuir paulatinamente hasta el momento del sueño. Ayudate también con el cuerpo: ralentiza sus movimientos y verás cómo tu cabeza también se aplaca.
Música relajante
Después de un día agitado, nada mejor que una música tranquila para cerrar los ojos y poderse llevar con una melodía que nos desconecte de las preocupaciones cotidianas (¡en Internet podes encontrar miles de opciones!).
Distracciones aparte
Si el objetivo es limpiar tu mente, no olvides alejarte de todos los posibles estímulos que puedan activarla: cuando te prepares para el descanso, nada de televisión, teléfono ni Internet.
Escribí tus preocupaciones
Para evitar el repaso incesante de las obligaciones incompletas o de las cuestiones pendientes que te crean desasosiego, opta por tomar lápiz y papel. Verás cómo estarás más tranquilo si escribes en un cuaderno el listado de todo lo que quieres solucionar al día siguiente.
Relajá tu cuerpo
Una técnica de relajación de las muchas que existen, consiste en repasar mentalmente las diferentes partes de tu cuerpo y poner la intención en aflojar cada una de ellas.
En positivo
Dejá de lado cualquier tipo de pensamiento negativo que altere tu mente. Convencete que con un nuevo día llegarán oportunidades inesperadas para resolver esos conflictos que no te dejan descansar. ¡Confía en que todo saldrá bien!
Respirá
Inhalá despacio llenando tus pulmones e imagina que una luz llena tu cuerpo y tu mente gradualmente. Retené la respiración tres segundos y luego expulsá el aire imaginando que con él se van todas las preocupaciones del día.
Meditá
En los últimos años, varios estudios científicos han demostrado que la actividad meditativa ayuda a la química del cuerpo y de la mente a estabilizarse y sentirse mejor. Descubrí qué técnica es la más conveniente para ti y verás cómo no sólo descansas mejor, sino que también durante todo el día tu ritmo será más armónico.
Acordate que todo es cuestión de voluntad y constancia. No te desesperes. Si te dedicás el tiempo necesario a aplicar estos consejos, tu mente entrará en la sintonía del descanso sin problemas. ¡Ninguna noche se volverá a resistir al sueño!
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