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Salud y Bienestar
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¿Por qué nunca tengo tiempo?

Todos hemos usado expresiones como «no tengo tiempo», «si el día tuviera más horas» o «el día no me alcanza». Parece que el tiempo que tenemos es insuficiente para hacer todo lo que queremos, pero ¿por qué nos sucede esto?

¿Ha terminado el día y no has realizado ni la mitad de lo que tenías planeado hacer? ¿Te frustra esta situación? ¡Claro que sí! Sobre todo, porque pasan las horas, los días y las semanas, y parece que todo seguirá siendo igual siempre: el tiempo nunca te alcanza.

Por lo general, este fenómeno se reproduce por una mala organización. No aprovechas cada minuto porque estás constantemente distraído, dedicando tiempo a objetivos que no le agregan valor a tu vida, haciendo pereza o dejando todo para el último minuto (procrastinación). Siendo así, es comprensible que vivas con la sensación constante de que nunca llegas.

Así, hoy queremos profundizar un poquito más en esa sensación de falta de tiempo.

1. No duermes bien

No tienes tiempo porque no duermes bien. El sueño es necesario no solo para nuestro funcionamiento orgánico, también para el mental. La ausencia de un descanso de calidad está asociado a la reducción del bienestar general, el rendimiento y la productividad. Si tu rendimiento cognitivo y productividad disminuyen, ¿cómo esperas tener tiempo de acabar todo lo que tienes planeado?

Un estudio ha evidenciado que las personas que duermen un promedio de siete a ocho horas se desempeñan mejor en tareas cognitivas de razonamiento y resolución de problemas; mientras, las que duermen menos tienden a sufrir de problemas en el razonamiento, la resolución de problemas y las habilidades de comunicación.

2. Tienes la costumbre de trabajar en modo multitarea

Si eres de las personas que hacen múltiples tareas, es razonable que no tengas tiempo, ya que la multitarea puede obstaculizar tu productividad al reducir la comprensión, la atención y el rendimiento general. Una investigación descubrió que la multitarea afecta la velocidad y la precisión con la que los estudiantes de doctorado en Farmacia identifican errores en las prescripciones médicas.

Aunque tú sientas que trabajas más rápido cuando haces múltiples tareas, la verdad es que no es así. De hecho, trabajas de manera más lenta y menos eficiente cuando realizas varias actividades a la vez (Cherry, 2021).

Los seres humanos tenemos serias dificultades para ejecutar múltiples tareas, debido a la forma en que funcionan la atención y el control ejecutivo. En realidad, cuando realizamos múltiples tareas, lo que hacemos es cambiar entre una tarea y otra.

3. Eres desorganizado y no gestionas tu tiempo

El desorden disminuye tu productividad y tus posibilidades de hacer todo lo que tienes planeado. No obstante, si te organizas, tu rendimiento y productividad pueden mejorar y así tener más tiempo para lo que te importan en la vida. Dedícale un poco de tiempo a planificar tus tareas y a mantener las cosas ordenadas.

Si no gestionas tu tiempo, no podrás tener tiempo. Una revisión halló que practicar estrategias de gestión del tiempo también contribuye a mejorar las habilidades de gestión de tiempo. Es decir, cuanto más tiempo pases tratando de administrar tu día, mejor lo harás.

También observó que los comportamientos de gestión del tiempo se relacionan de manera positiva con el control percibido del tiempo, la satisfacción laboral y la salud, y negativamente con el estrés. Así, al gestionar no solo tendrás más tiempo, sino también menos estrés.

4. Tienes una agenda, pero no le haces caso

Si no revisa tus horarios y planes, es posible que termines desperdiciando tu tiempo y energía en cosas que ya no son útiles o necesarias. En última instancia, esto te dejará con la percepción de: «¡no tengo tiempo!» Esto es así porque tus prioridades cambian con el tiempo, pero sigues haciendo lo mismo de siempre y esperando resultados diferentes.

5. Tienes dificultades a la hora de priorizar

Si no tienes tiempo para nada, es muy probable que tengas un problema de priorización de actividades. No sabes clasificar las tareas por su grado de importancia ni dedicarle el tiempo que merecen.

Procura no comenzar algo sin antes preguntarte: «¿necesito hacerlo ahora?» Si tu respuesta es no, entonces no lo hagas. Haz primero lo más prioritario e importante para el momento. Luego pasa a las otras cosas. Priorizar te asegura que uses el tiempo eficientemente.

6. Buscas complacer a los demás

Si nunca tienes tiempo para lo importante, tal vez, es porque llenas tu agenda con actividades o tareas que satisfacen las necesidades de otras personas y no las tuyas.

En ocasiones, preferirías quedarte en casa en tu sofá leyendo esa novela que compraste o ver esa peli que te recomendaron, pero no puedes porque no tienes tiempo, pues tienes mil compromisos más que cumplir y tareas atrasadas que realizar por haber invertido el tiempo en complacer a los demás.

7. No sabes decir “no”

No sabes decir que no ?a un proyecto, a un compromiso o a la solicitud de alguien. Esta falta de asertividad termina quitándote el tiempo que podrías tener para otras cosas importantes que quieres hacer. Encontrar tiempo para ti debe ser tu principal prioridad. Priorízate a ti mismo y a tu bienestar por encima de los demás.

8. Tienes miedo a estar contigo

Al llenar tu agenda de trabajo y ocupar todo tu tiempo y espacio mental en hacer cosas, no tienes posibilidad de pensar en tu existencia. Así, ese «no tengo tiempo» te sirve como mecanismo para no verte a solas contigo mismo, con tus sombras y con esas preguntas y angustias existenciales que atormentan cuando haces una pausa.

Tu falta de tiempo te ayuda a librarte de esas incómodas preguntas: «¿es esta la vida que quieres llevar?». El ruido de las actividades te permite esquivar tal interrogante. Sin embargo, algún día tendrás que verte cara a cara contigo mismo.

«Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente, te encontrarás a ti mismo, y esa, solo esa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas». Pablo Neruda-

La próxima vez que percibas o pienses que nunca tienes tiempo para hacer todo lo que tienes planeado, recuerda que el tiempo, como dimensión física, no es algo que puedes controlar. Concéntrate, más bien, en lo que puedes hacer, en cómo gestionar tus horarios y actividades, pensamientos y creencias para volverte más productivo en tu día a día.

Fuente: La Mente es Maravillosa

gestion del tiempo Organización psicología

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