La neumonía es la tercera causa de muerte en adultos en todo el mundo y la sexta en la Argentina y las complicaciones que causa pueden dejar secuelas importantes, por lo que la consulta a tiempo es la clave para el éxito en el tratamiento. Los cambios bruscos de temperatura, propios del otoño y del invierno, aumentan las posibilidades de sufrir infecciones pulmonares, en particular la neumonía.
El neumonólogo Carlos Luna, presidente de próximo Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, explicó que "el pulmón es un órgano que está muy expuesto, respiramos 10.000 litros de aire por día y es sorprende que la cifra de infecciones pulmonares sea 1 cada 100 personas por año".
"Si bien el frío no tiene una incidencia directa como factor desencadenante de las infecciones, cuando baja la temperatura se duplican o triplican las posibilidades de infecciones pulmonares. Por otro lado, las personas tienden a estar más tiempo en ambientes cerrados que favorecen la transmisión de enfermedades virales", sostuvo Luna.
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