¿Sabes qué son los ritos simbólicos de despedida? Esta alternativa a los ritos funerarios tradicionales puede ser de gran ayuda en la elaboración del duelo. Conoce más sobre ellos.
El proceso de duelo comienza cuando fallece un ser querido. Tras el fallecimiento se inician una serie de trámites, tanto legales como personales, con el objetivo de dar el último adiós al fallecido y aceptar la pérdida. Entre ellos están los que conocemos como ritos de despedida, que suelen ser los ritos funerarios: el velatorio, el entierro o incineración y el funeral.
Sin embargo, hay situaciones en las que los dolientes no pueden llevar a cabo los ritos de despedida convencionales. Esto dificulta la despedida y la elaboración del duelo, lo que hace muy difícil la aceptación de la pérdida y puede desembocar en un duelo complicado.
En estas situaciones, recurrir a los ritos simbólicos puede ser una opción muy beneficiosa para los dolientes. Se trata de un conjunto de acciones dirigidas a honrar, recordar o despedir a un ser querido fallecido y pueden facilitar la elaboración del duelo.
Como alternativa a los ritos convencionales, se pueden llevar a cabo con mayor intimidad o, incluso, en soledad. Pueden ayudar no solo a la citada elaboración del duelo, sino también a saldar cuentas pendientes con las personas fallecidas.
Son útiles y frecuentes en situaciones en las que un ser querido fallece repentinamente y el doliente sufre síndrome de duelo inesperado, por ejemplo. En estos casos suelen quedar pendientes conversaciones, despedidas, agradecimientos, etc.
En situaciones en las que fallecido y doliente se encuentran en distintos países y no se puede acudir a los ritos funerarios, los ritos simbólicos son una buena herramienta para facilitar el proceso de duelo. Asimismo, son útiles en situaciones en las que el doliente no puede acudir a los mismos por alguna circunstancia como, por ejemplo, encontrarse hospitalizado. Sin embargo, hay otros casos menos aceptados en los que la única opción de los dolientes puede ser recurrir a estos ritos.
Los ritos de despedida simbólicos en duelos desautorizados
Existen, por desgracia, otras situaciones en las que no se permiten los ritos funerarios, no se pueden llevar a cabo o estos no son aceptados, como ocurre en los duelos no autorizados. Estos se dan en las siguientes situaciones:
Situaciones en las que fallece un miembro de una pareja desautorizada o no aceptada socialmente, de una pareja divorciada o de una pareja no formalizada. En estas situaciones, al doliente se le niega el derecho a vivir el duelo y a despedirse de su ser querido. Por ello, quizá la única vía o forma de despedirse y rendir homenaje sea mediante la realización rituales con valor simbólico.
Situaciones de duelo perinatal, sobre todo si el fallecimiento del bebé se produce antes de nacer. Son situaciones en las que la madre no tiene acceso al cuerpo de su bebé fallecido, lo que dificulta la elaboración del duelo. Desgraciadamente, esto sigue siendo un tema tabú y la pérdida no está validada ni aceptada socialmente.
Situaciones en las que no se termina de aceptar que se produzca un duelo. Por ejemplo, el dolor por la pérdida de una mascota, no está socialmente tan aceptado como el dolor por la pérdida de una vida humana. Para las personas que no han convivido con una mascota, entender este dolor puede ser difícil.
Situaciones en las que una persona fallece en condiciones mal vistas. Pueden ser situaciones en las que una persona fallece por sobredosis de droga, por suicidio (no olvidemos que ha llegado a considerarse que el suicidio era un pecado) o personas que fallecen por hacer contraído enfermedades de transmisión sexual como el VIH.
¿Cómo realizar ritos de despedida simbólicos?
Existen diferentes maneras de realizar estos ritos. Tantas como se nos puedan ocurrir. Lo importante, como su nombre indica, es que tengan valor simbólico para nosotros y para el fallecido.
La clave es elegir algo que, de alguna manera, ayude a conectar con la persona fallecida. Lo importante es que nos preguntemos qué es lo que se quiere honrar, agradecer y recordar y cómo se puede hacer. Tengamos en cuenta que va a ser un momento difícil y triste, por lo que es importante prepararnos para él y no forzarlo.
No hay una forma correcta de pasar el duelo, hay tantos duelos como personas y cada uno lo vive a su manera. Además, recordemos que el duelo, duele. Todo lo que sintamos tanto durante la despedida como en los días de alrededor es normal, incluso sentir rabia o enfadarse con la persona fallecida. Validemos lo que estamos sintiendo.
Escribe aquello que necesites decir
Una idea para realizar un rito de despedida simbólico es escribir aquello que necesitemos decir. En un momento de tristeza extrema, como la que se vive al perder a un ser querido, quizá no tengas ganas de ponerte a pensar cómo hacerlo o, directamente, no se te ocurra ninguna buena forma de llevarlo a cabo.
Puedes escribir la clásica carta, un monólogo, un poema o incluso puedes componer una canción. No hay un formato preestablecido para hacerlo, puedes hablar de todo aquello que necesites, pero dejamos algunas ideas por si te cuesta empezar. Por supuesto, no son obligatorias, no son un guion. Son simplemente opciones que pueden ayudarte a empezar.
Cuéntale cuánto le/la echas de menos.
Escribe algo sobre vuestro primer recuerdo juntos.
Agradece lo que has aprendido de él o de ella y los momentos felices juntos.
Cuéntale lo que más te gustaba de él o ella, pero también recuerda aquello que te hacía rabiar y cuánto lo echas de menos ahora.
Dile lo que hoy en día te hace recordarle: una canción, un libro, un lugar, un momento del día…
Hazle saber qué pequeño gesto vas a llevar a cabo para mantener vivo su recuerdo.
Pide perdón si sientes la necesidad de hacerlo por algo y cierra las cuentas pendientes que pudierais tener.
Recuérdale cuánto le quieres y que seguirás haciéndolo.
Crea un «espacio para el recuerdo»
Tienes muchas opciones para hacerlo. Puedes hacer un álbum de fotos vuestras, de los amigos o de la familia y escribir detrás de cada foto un buen recuerdo de ese momento. Puedes hacerlo también en formato digital e incluso montar un vídeo con vídeos antiguos que encuentras. Y podéis recurrir a verlo cada vez que lo necesitéis.
Otra opción es hacer una «caja de tesoros» y meter en ella todos aquellos objetos que fueran característicos suyos, como por ejemplo su reloj o su perfume. Puedes también meter cualquier cosa que te recuerde a él o ella, como un regalo que te hizo en algún momento. O meter los dibujos o cartas que encuentres que le regalaste hace tiempo.
Puedes usar un pequeño rincón de la casa para hacer un altar, si te gusta más. Puedes poner una foto suya, un mensaje y una vela, por ejemplo. Puede ser también un mural de fotos, con frases típicas suyas y dibujos. Otra opción menos conocida, pero no menos buena, es plantar un árbol en su honor y usarlo como lugar para recordarle y tenerle presente.
Si te juntas con familia o amigos, podéis hacer un «momento de recuerdo» que os permita recordar juntos buenos momentos, anécdotas, lecciones aprendidas, manías del fallecido, cantar juntos su canción favorita o simplemente sentaros a ver vídeos y fotos de vuestros mejores momentos.
Las despedidas simbólicas
Los ritos funerarios nos ayudan a aceptar la realidad de la pérdida y nos permiten estar arropados y consolados en un momento triste. Desgraciadamente, puede que sea uno de los pocos momentos en los que podamos expresar abiertamente nuestro dolor sin ser juzgados por ello.
Por supuesto, también son una forma de honrar la vida del fallecido y decirle adiós. Por ello, son de gran importancia en el proceso de duelo. Sin embargo, como hemos visto, existen situaciones en las que no podemos despedirnos como nos gustaría. Por eso, es bueno que conozcamos que otras acciones, con valor simbólico, pueden ayudarnos a aceptar y despedir.
Fuente: La Mente es Maravillosa