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Caleidoscopio
Caleidoscopio

Cambio de colores

El 16 de julio de 1950 un adolescente de 19 años estaba mirando una película en el cine de Río Blanco, pequeña ciudad uruguaya capital del departamento Cerro Largo, junto al río Yaguarón, en la frontera del Brasil. De pronto interrumpieron la proyección para dar la gran noticia: el seleccionado uruguayo de fútbol había vencido al brasileño en el Maracaná y se había consagrado campeón del mundo.

Aquel triunfo memorable fue el logro más resonante del fútbol uruguayo, que sufrió hace algunos años la despedida de este mundo de Alcides Ghiggia, el último de los campeones de 1950. "El Ñato" Ghiggia fue autor del gol a los 79 minutos que enmudeció a 200.000 asistentes en el Maracaná, que solo esperaban el final del partido para aplaudir al campeón, que ninguno dudaba sería Brasil. El propio Ghiggia decía bromeando que eso de enmudecer al Maracaná solo lo habían conseguido Frank Sinatra y él.
El joven Aldyr García Schlee era en realidad brasileño por algunos metros, porque había nacido en Jaguarão, la ciudad que toma el nombre del río, a la vista de Río Blanco.

Era hincha de Uruguay porque todas sus lecturas deportivas provenían de Montevideo y de Buenos Aires. Conocía al detalle el fútbol uruguayo y el argentino, este último sobre todo gracias a "El Gráfico".

Contó luego que los asistentes al cine se pusieron de pie y cantaron el himno nacional uruguayo, y él también.

García Schlee se hizo famoso por ser el creador de la camiseta "canarinha" la "verdeamarela" que usa actualmente la selección brasileña, que abandonó el color blanco anterior tras la tremenda frustración del Maracaná.

Participó con apenas 19 años del concurso a que llamaron la entidad rectora del fútbol brasileño y un diario carioca para diseñar una casaca nueva, que borrara el recuerdo de la anterior. Como había algunos puntos del llamado a concurso que no entendía bien, pidió explicaciones en cuanto a la distribución de los colores.

Cuando tuvo la respuesta probó distintos diseños hasta que consiguió uno que le pareció satisfactorio y lo envió por correo a Río de Janeiro. Sentía que había cumplido y no esperaba nada, pero obtuvo el premio mayor: su diseño fue elegido y desde entonces Brasil usa la casaca que un día empezó a existir en su imaginación.

Recordaba aquel momento en el cine: "se hizo silencio y comenzaron a cantar "orientales, la patria o la tumba", el himno nacional; lloré profundamente, no sé si de tristeza o de alegría".

El fiasco de 1950 obligó a exiliarse a Moacir Barboza, el arquero brasileño, que declaró que murió aquel 16 de junio por primera vez. La segunda y definitiva fue en abril de 2000, en el Brasil, donde regresó después de una larga permanencia en el Uruguay. Pesaron sobre él toda la vida los suicidios de hinchas que no soportaron el dolor de la derrota. Narraba que creyó haber desviado al tiro de esquina el remate del puntero derecho Ghiggia, "pero cuando me di cuenta de que la pelota estaba dentro del arco, un frío paralizante recorrió todo mi cuerpo y sentí de inmediato la mirada de todo el Maracaná sobre mí". Y una súbita mudez, un silencio ensordecedor con centro en él. El técnico de la selección, Carlos Parreira, recibió la orden de "mandar lejos a ese hombre, que solo trae mala suerte"

Los brasileños, muy apegados a supersticiones, consideraban "mufa" a la camiseta blanca con vivos azules que habían visto caer ante la celeste sin poder creerlo.

Las condiciones del concurso convocado en 1953 eran que los colores de la nueva casaca debían ser los de la bandera brasileña. El premio era una buena suma de dinero y una pasantía en el diario. "Resolví que la camiseta iba a ser toda amarilla con detalles verdes, le puse azul a los pantalones y sobró el blanco para las medias", dijo en un reportaje para la revista "Un Caño" en 2005

La casaca se presentó oficialmente el 20 de enero de 1954 en el estadio Maracaná, antes del partido entre Flamengo y Botafogo. Los encargados de la presentación fueron grandes glorias del fútbol brasileño; Djalma Santos, Nilton Santos, Didí y Ademir, campeones mundiales en Suecia en 1958, donde debutó en chico de 17 años conocido como Pelé.

García Schlee nunca desmintió su simpatía por Uruguay, en particular su pasión por el Club Nacional de Fútbol, y en menor medida por San Lorenzo de Almagro en la Argentina.

"Soy hincha de la Celeste (la selección uruguaya) porque los diarios que nos llegaban eran de Montevideo y en menor medida de Buenos Aires. Durante la semana leíamos El Gráfico o Mundo Deportivo, en lugar de las revistas brasileñas de Porto Alegre, que tardaban cuatro días en llegar en tren".

García Schlee Murió en 2018 a los 83 años. Era licenciado en ciencias jurídicas y sociales en la Universidad de Río Grande do Sul y doctor en ciencias humanas.

Su fama se asienta en la canarinha y en aquella película interrumpida en 1950; pero por otra parte tradujo al portugués el Facundo de Sarmiento y Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes. Escribió en español "El día que el Papa fue a Melo", que inspiró la película uruguaya "El Baño del Papa" y "Cuentos de Fútbol".

Su diseño de casaca fue elegido entre 300 y fue presentado en el Maracaná en 1954. Hoy es inseparable de la idea que todos tenemos del fútbol brasileño, posiblemente el más exitoso del mundo.
De la Redacción de AIM

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