Ante el nuevo envío del proyecto para la creación del impuesto a los Ingresos Personales por parte del oficialismo, los tributaristas alertan que deberían ajustarse los montos por la inflación acumulada desde enero. La propuesta de "cláusula gatillo".
El discurso del presidente Javier Milei en la apertura de sesiones del Congreso dejó una nueva certeza: el Gobierno tiene la intención de firmar un nuevo pacto fiscal y como incentivo para la adhesión de las provincias presentará el proyecto para la creación del impuesto a los Ingresos Personales. Pero el mismo, según los tributaristas, debería tener cambios.
Ya que, desde el momento de su presentación, fines de enero pasado -con el posterior retiro-, hasta la fecha, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó una inflación del 20,6 por ciento en enero. La cual se sumará a la de febrero, que para las consultoras rondaría el 15 por ciento.
"Estamos en un escenario diferente a cuando se presentó el proyecto. Conocemos la inflación del primer mes del año y las proyecciones que tienen los privados para febrero", afirmó el CEO de SDC Asesores Tributarios Sebastián Domínguez.
Así, para el especialista, el oficialismo, además de modificar la condición de retroactividad para que no se les genere deuda a los contribuyentes, debería actualizar las escalas y deducciones con base en el alza de los precios. Eso cambiaría el monto a partir del cual se debería comenzar a pagar el impuesto.
En el proyecto, por medio del artículo 4º, se pretendía que lo paguen los contribuyentes solteros cuyos ingresos brutos mensuales fueran superiores a $1.250.000. Una cifra que debería ascender a $1.733.625, si se contempla el Índice de Precio al Consumidor (IPC) de enero (+ $257.500) y las proyecciones de los privados (+ $226.125).
A pesar de que el IPC del segundo mes del año recién se conocerá el martes de la próxima semana, para Domínguez no es un impedimento. "El Gobierno si quisiera podría presentar en estos cinco días el proyecto, y realizar ajuste por inflación durante el tratamiento en comisiones y en las cámaras", puntualizó.
Pero hay quienes consideran que, en caso de que el Gobierno introduzca modificaciones, las mismas no estén supeditas a la inflación. "El proyecto tiene un objetivo: aumentar la recaudación para aliviar la situación fiscal de las provincias. Por lo que puede suceder que se ignore en alguna medida", aseguró el socio de Ghirardotti & Ghirardotti, Mariano Ghirardotti.
Prueba del estado crítico en que se encuentran las finanzas subnacionales es el reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que reportó, en febrero, una caída real del 19,5 por ciento en las transferencias totales automáticas.
"Estamos en un escenario diferente a cuando se presentó el proyecto. Conocemos la inflación del primer mes del año y las proyecciones que tienen los privados para febrero", afirmó el CEO de SDC Asesores Tributarios Sebastián Domínguez.
Hasta el momento, fuentes oficiales del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, no dieron detalles sobre la posibilidad de que se concreten dichas actualizaciones. La única certeza provino del ministro del Interior Guillermo Francos quien adelantó el envío del proyecto junto con una nueva fórmula jubilatoria.
La "cláusula gatillo"
Otro de los puntos que se deberían reconsiderar del proyecto original para Domínguez es la actualización trimestral que fijaba el artículo 6º, a partir del 1º de abril de 2024. "Además de ello, se debería incorporar una cláusula gatillo, de forma permanente, para que si en cualquier momento del trimestre la inflación es igual o superior al 20 por ciento se adelante el ajuste", aseguró.
La propuesta del oficialismo surge de bajo la estimación de que la inflación va a bajar durante el primer año en el poder, pero considera que la ley debería contemplar todos los escenarios frente al patrón de crisis cíclicas de la Argentina.