La historia, parece, vuelve a repetirse. Luego de que se decretara el congelamiento de precios por parte del Ejecutivo nacional, y en medio de la turbulencia macroeconómica que detonó el cepo cambiario, la disponibilidad de naftas ya comenzó a ser un tema de preocupación en distintos puntos del interior de la Argentina.
Propietarios de estaciones de servicio reconocieron que se registran faltantes de combustibles en puntos de ventas distribuidos en el norte, centro y este el país, con epicentro en Salta y Jujuy, las provincias de Córdoba y Santa Fe, además de distintas áreas del territorio bonaerense.
Las estaciones de servicio que no operan con banderas aparecen como las más afectadas. "En el interior hay 700 estaciones independientes que no están siendo abastecidas normalmente y no hay otras estaciones cerca, lo que genera muchos problemas, especialmente a productores agropecuarios", expuso al respecto Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (Aesi).
En lo que hace a las plazas de expendio que operan en la red de determinadas petroleras o importadoras de combustibles, los puntos alineados con Puma aparecen como los que enfrentan mayores complicaciones en términos de disponibilidad de naftas. Algo similar ocurre con las estaciones de servicio abastecidas por Refinor, según Raúl Castellano, de la Cámara de Empresarios de los Combustibles.
Las estaciones Puma pertenecen a Trafigura, firma que empezó a tallar fuerte en el negocio de los combustibles locales tras adquirir, en mayo de 2018, 250 puntos de expendio y una refinería pertenecientes a Petrobras.
Además de los actuales problemas de abastecimiento de su red en la Argentina, Trafigura enfrenta serios cuestionamientos en el exterior. Entre ellos, el presunto pago de sobornos en Brasil, el monopolio de contratos públicos en Paraguay y acciones de contaminación en África.
Refinor, en tanto, ostenta una red conformada por casi 80 puntos de venta, además de un oleoducto. La firma viene atravesando turbulencias financieras desde el año pasado por efecto de la menor compra de gas para procesamiento proveniente de Bolivia.
"Notamos problemas en el Noroeste argentino con la empresa Refinor, de la cual tenemos un reporte de las estaciones de esa misma red que indica que no están siendo abastecidas en un 100 por ciento", comentó al respecto Carlos Gold, presidente de Cecha, la confederación que integra a empresarios del expendio de todo el país.
Castellano, en tanto, dio cuenta de la vigencia de un cupo y distintos inconvenientes en lo que hace a disponibilidad de naftas en la zona centro.
"En Córdoba y buena parte del país la situación se ha vuelto la misma: faltante de naftas por efecto de un cupo establecido para las estaciones de servicio que no alcanza para el abastecimiento total. Muchos puntos de venta se quedaron sin combustible", expresó.
El directivo dio por sentado que el escenario de faltantes será un constante mientras dure el congelamiento de precios.
Las más complicadas
Desde la confederación Cecha, su director, Guillermo Lego, destacó casos de faltantes y remarcó las complicaciones que son visibles en el ámbito de los puntos de venta "blancos". Es decir, los establecimientos que operan sin la bandera de una determinada petrolera.
"Tenemos problemas en algunas localidades, es una realidad. En ciertas marcas se está dando que hay inconvenientes en el abastecimiento. El problema más grave lo enfrentan las estaciones de servicio 'blancas' porque se abastecen de distribuidores mayoristas. Y en algunas provincias las petroleras achicaron las entregas justamente a esos mayoristas", sostuvo.
"En el Norte del país, por ejemplo, se viene dando de esa forma. Si bien las petroleras nos comunicaron que van a esforzarse por cumplir con normalidad, probablemente las estaciones deban recurrir a más de una empresa para recibir un suministro normal. Pero más allá de esto, hay una realidad y es que están aplicando una suerte de cupo en algunas zonas determinadas", aseguró.
Uno de los directivos que más viene exponiendo el problema del desabastecimiento es Juan Carlos Basílico, presidente de la Unión de Expendedores de Naftas y Afines (Uenya), quien en las últimas horas denunció faltantes en puntos de venta de la provincia de Buenos Aires.
"Los asociados Pymes de nuestra región nos avisaron en numerosas oportunidades que se quedaron con menos cantidad de nafta súper para vender y los camiones cisterna dejaron de venir en tiempo y forma para reabastecer", declaró.
Según Basílico, "en muchas ciudades, como Tandil, Olavarría o la localidad de San Francisco en Córdoba" distintas estaciones de servicio notificaron "que no tienen nafta súper ni gasoil común, aunque sabemos que los productos premium también están escaseando".
De acuerdo al directivo de la Uenya, las petroleras impusieron nuevamente un fraccionamiento a los clientes más frecuentes y sólo se les entrega entre el 50 y el 70 por ciento del volumen que les piden las estaciones en dichos puntos.
"Las estaciones blancas que no tienen contrato fijo con ninguna bandera, están realmente complicadas porque se les tornó casi imposible conseguir un proveedor en estos días", alertó.
La medida oficial
El Gobierno oficializó el congelamiento del precio de los combustibles por 90 días, dada "la abrupta variación reciente del tipo de cambio y el contexto económico y social imperante".
La decisión se formalizó por medio de un decreto de necesidad y urgencia publicado en el Boletín Oficial.
"Establecer que las entregas de petróleo crudo efectuadas en el mercado local durante los 90 días corridos siguientes a la entrada en vigencia de esta medida, deberán ser facturadas y pagadas al precio convenido entre las empresas productoras y refinadoras al 9 de agosto de 2019, aplicando un tipo de cambio de referencia de $45,19/u$s y un precio de referencia Brent de u$s59 por barril", dice el texto oficial.
De esta forma, y tras el fracaso en la negociación con las petroleras, el Gobierno aquietó los precios de los combustibles basándose en la Ley 26.741 de "Soberanía Hidrocarburífera", y no en la de Abastecimiento, como se deslizó en un principio.
En consecuencia, la Casa Rosada dispuso que el valor tope de naftas y gasoil en todas sus calidades, "comercializados por las empresas refinadoras y/o los expendedores mayoristas y/o minoristas, en todos los canales de venta, durante los 90 días corridos siguientes a la entrada en vigencia de la medida", no podrá ser superior al precio vigente al 9 de agosto de 2019.
"Durante el período alcanzado por esta medida, las empresas refinadoras y/o los expendedores mayoristas y/o minoristas deberán cubrir, a los precios establecidos en este decreto, el total de la demanda nacional de combustibles líquidos, de conformidad con los volúmenes que les sean requeridos a partir de las prácticas usuales de mercado, proveyendo de manera habitual y continua a todas y cada una de las zonas que integran el territorio de la República Argentina", establece el decreto.
Fuente: Iprofesional