Ante las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno para prevenir un mayor avance del Covid-19, el ministerio de Trabajo analizará si es necesario introducir cambios en el principal esquema de ayuda que hoy tiene para las empresas: el Repro II.
El titular de la cartera Claudio Moroni y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, definirán si hay algún cambio en los montos dispuestos y también los requisitos que le exigen a las compañías para que puedan acceder al salvataje. Las condiciones que se definan serán las que estén vigentes a partir del 22 de abril, cuando se abra el nuevo plazo de inscripción.
La decisión de restringir la actividad a las 23 horas y la circulación a partir de las 24 restará público (y, por lo tanto, facturación) a distintos sectores. Uno de los más afectados claramente es el gastronómico, donde advierten una nueva ola de quiebras. Pero la medida también impacta en cines, teatros, kioscos y estaciones de servicio.
El problema del Repro II es que se otorga a las empresas que puedan mostrar una “variación interanual negativa” en su facturación, considerando una base trimestral. Claro que a partir de marzo ya se trata de un dato irrelevante, porque se estará comparando contra los peores meses de cuarentena, que comenzó justamente el mismo mes del año pasado, pero luego se prolongó prácticamente hasta septiembre.
Por lo tanto, Moroni ya empezó a analizar cuál podría ser el nuevo parámetro que se tome en cuenta para definir cuándo amerita otorgar el beneficio y cuándo no.
El Repro II tiene tres categorías distintas. Cuando lo solicitan sectores no críticos, la ayuda es de nueve mil pesos mensuales por empleado. Si, en cambio, se trata de un sector crítico (restaurantes, cultura y turismo), entonces el monto asciende a 12.000 pesos. Y para el sector salud llega a 18.000 pesos.
Por ello, además de las condiciones para acceder a este beneficio, tampoco se descarta aplicar una adecuación de los montos, considerando que la mayoría de los sectores cerró paritarias y que esos valores representan una proporción ya mucho menor del sueldo.
Esta ayuda por parte del Estado a las empresas representa un esfuerzo sustancialmente menor al que tuvo que enfrentar el gobierno en 2020, tanto por el programa ATP, destinado a pagar sueldos privados, como por el IFE, el bono de 10.000 pesos que se pagó en tres oportunidades para ayudar a cuentapropistas, informales, servicio doméstico y otros sectores que no tuviesen ningún ingreso. De hecho, ninguno de los dos planes, mencionados por el gobierno como sus principales herramientas para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia, fueron previstos en el Presupuesto 2021.
El Repro II tiene tres categorías distintas. Cuando lo solicitan sectores no críticos, la ayuda es de nueve mil pesos mensuales por empleado. Si, en cambio, se trata de un sector crítico (restaurantes, cultura y turismo), el monto asciende a 12.000. Y para el sector salud llega a 18.000.
Desde el Gobierno aseguran que irán evaluando cuáles son las necesidades puntuales que se van presentando, pero reconocen que no hay demasiado margen para entregar ayudas económicas en forma masiva como el año pasado. Al menos, no será posible hacerlo sin tener fuertes efectos por la emisión de dinero sobre el dólar y la inflación.
El Repro representó una erogación de 4.000 millones para pagar parte del sueldo de 300.795 personas, correspondientes a 9.925 empresas. Todo hace pensar que la cantidad de empresas que pedirán el auxilio crecerá significativamente cuando se abra la inscripción dentro de dos semanas. Pero antes el Gobierno deberá determinar cuáles son las nuevas condiciones de acceso.