Desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, el peso se devaluó un 308 por ciento frente al dólar. Desde el 1 de enero pasado, la devaluación trepa al 118.
El gobierno de Mauricio Macri insiste en que la fuerte inestabilidad que atraviesa la economía Argentina se debe a una "tormenta perfecta" internacional. Sin embargo el impacto de esta supuesta tormenta golpea con especial dureza a Argentina principalmente por su enorme debilidad merced del rumbo económico adoptado por el gobierno de Cambiemos.
Para ver el dispar impacto de la alegada "tormenta perfecta" basta con ver cómo impactó la revalorización del dólar en el resto de los mercados emergentes. Y el peso argentino es, por lejos, la moneda que más se devaluó.
La magnitud de la devaluación del peso sólo es comparable con la experimentada tras la estrepitosa salida de la convertibilidad luego del estallido político, económico y social de diciembre de 2001.