El presidente Javier Milei podrá decir que eliminó el tributo a partir del 24 de diciembre, pero desde el Ministerio de Economía no se van a perder la recaudación.
El Impuesto País no va a desaparecer a partir del 1 de enero del 2025, sino que lo va a hacer una semana antes, de manera tal que el gobierno de Javier Milei va a poder cumplir un rato antes con su promesa de rebajar la presión tributaria.
Pero no por eso se va a privar de llevarse la recaudación que podría haber generado en los días posteriores. Con una mirada muy optimista, algunos estiman que serían unos 500.000 millones de pesos.
La realidad es que cuando se creó el Impuesto para un País Solidario (País) se dispuso que tenga vigencia por 5 años a partir de su entrada en vigencia. Ello ocurrió el 24 de diciembre de 2019. De manera tal que la previa de la Navidad de este año ya habrá dejado de existir.
Eso, según señala el extitular de la Aduana Guillermo Michel, es lo que apuró al ministro Luis Caputo a anticipar el régimen para ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios para pagar importaciones.
Es de recordar que ante la falta de dólares con los que arrancó la actual administración en febrero se había dispuesto un esquema de cuatro pagos mensuales del 25 por ciento en reemplazo del sistema que había dejado Sergio Massa, que dejó una deuda de unos u$s42.000 millones, porque era casi imposible pagar algo con ello.
Luego de cuatro pagos se pasó a dos de 50 por ciento y hace un par de semanas se dispuso que todo se pague a 30 días, incluso las operaciones que habían comenzado desde antes, la mayoría con el esquema del 50 por ciento.
¿Qué hubiera pasado? Si el importador paga el Impuesto País al momento de comprar los dólares, para las operaciones que se pactaron desde el 25 de octubre en adelante, le correspondía un 50 por ciento el 25 de noviembre, y luego, cuando iba por la segunda cuota el 26 de diciembre, el tributo ya no va a existir y no pagaba.
Guillermo Michel aseguró recientemente que el adelantamiento de la liquidación de las importaciones, más allá de que se trate una manera de ir regularizando el flujo de dólares, es también de carácter recaudatorio.
Señala que por esa vía el Ministerio de Economía ese evitaría perder unos 500.000 millones. Puede resultar algo optimista el cálculo, pero algo de cierto hay. Probablemente alguna empresa advertida de que el tributo se cae desde el 24 de diciembre haya estado postergando importaciones para luego del 25 de octubre. Va a tener que pagar igual.
El Impuesto País viene pendiendo peso en la recaudación, aunque en algún momento de este año llegó a ser la cuarta fuente de recursos y salvó las papas para sostener el superávit fiscal. En octubre recaudó 393.800 millones, lo que explicó una caída real del 43 por ciento respecto del año pasado. Es de recordar que actualmente tiene la alícuota del 7,5 por ciento que tenía el año pasado, por eso es más comparable el resultado. Antes de ello, el gobierno la había subido al 17,5 por ciento y así consiguió importantes ingresos. Por caso, si se toma el comportamiento anual del tributo, creció 91 por ciento.
La polémica por un nuevo recargo
Aunque el vocero Manuel Adorni haya negado que el Gobierno vaya a poner algún impuesto nuevo para reemplazar lo que se pierda por el Impuesto País, es casi imposible que no se tenga que recurrir a aplicar alguna nueva percepción a cuenta de otro tributo.
Actualmente el dólar para atesoramiento y el dólar tarjeta pagan el 30 por ciento de Impuesto País y un 30 por ciento de anticipo a cuenta de Ganancias. Como la resolución que estableció la percepción dice expresamente que es solo para operaciones alcanzadas por el Impuesto País, al caer el tributo caerá la percepción, lo que abaratará el costo para que los argentinos se vayan de vacaciones al exterior. Va a ser necesario que se reemplace por algo parecido para evitar que el turismo se lleven los dólares que se han venido juntando con esfuerzo hasta ahora.