El Bcra confirmó la decisión que esperaba el mercado y resolvió dejar sin cambios la tasa del plazo fijo tradicional este jueves. Estos son los motivos que motivaron la medida.
Este jueves, el Banco Central mantuvo sin cambios la tasa del plazo fijo tradicional. La medida llegó luego de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) diera a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que, en línea con lo que esperaba el Gobierno, se ubicó en el 7,8 por ciento, cerca del dato que había arrojado el indicador de inflación de la Ciudad de Buenos Aires, que fue del 7,5 por ciento.
Ante este resultado, el mercado se preguntaba qué haría ahora el Banco Central (Bcra) con la tasa del plazo fijo tradicional. Y, este jueves, llegó la respuesta del regulador monetario, que confirmó la expectativa de la City.
"El Directorio del Banco Central de la República Argentina (Bcra) mantuvo sin cambios la tasa de política monetaria", señala el comunicado difundido por la entidad. Y explica que esto responde a que, en mayo, la inflación mensual registró una desaceleración respecto del mes previo, en línea con las previsiones de la autoridad monetaria.
Asimismo, indicaron que "los diversos indicadores de alta frecuencia de precios mayoristas y minoristas monitoreados por el Bcra sugieren, en lo que va de junio, una desaceleración adicional en el ritmo de crecimiento de los precios". Lo que hace que la perspectiva inflacionaria, hacia adelante sea positiva también.
Plazo fijo: por qué el BCRA no sube la tasa
Tal como explica el economista de la Universidad de Avellaneda Pablo Ferrari a Ámbito, esta decisión se debe a que, en este último período, la lógica del Central fue aumentar las tasas sólo si el IPC crecía: "el nivel de tasas era una consecuencia del nivel de infla", resume. Y explica que, lo que pasó ahora es lo siguiente:
En primer lugar, el IPC en mayo no sólo no creció, sino que disminuyó respecto al mes anterior.
En segundo lugar, hace meses que la tasa efectiva mensual (TEM) de un plazo fijo tradicional no superaba al IPC, como en la actualidad, que es uno de los objetivos de política para, desde este enfoque, procurar detener la compra de dólares.
En consecuencia, Ferrari considera que la decisión "es coherente con la lógica vigente".
Plazo fijo e inflación
Es decir que, tras el incremento que realizó en mayo, la tasa de referencia llegó al 97 por ciento para los plazos fijos y 154,28 por ciento efectivo anual, lo que, en términos mensuales, equivale a un rendimiento del 8 por ciento (TEM) y la desaceleración en la inflación hizo que el Banco Central, liderado por Miguel Pesce, decidiera sostener el nivel de tasas este jueves y no hacer cambios al respecto, tal como se esperaba.
Así, el economista Fedrico Glustein observa respecto a la no suba de tasas que se trata de "una respuesta al mercado y es la de equiparar el rendimiento efectivo anual con la inflación anualizada: si se espera un 145 por ciento a 150 por ciento de inflación en el año, la TEA se tiene que ubicar en esos perfiles, en 97 por ciento TNA, 154,9 por ciento TEA y 8 por ciento TEM".
En este momento, Glustein señala que la TEM está levemente por encima de la inflación del mes anterior, pero advierte que, viendo las expectativas se sostendría en línea con lo esperado para el próximo mes, con chances de una pequeña baja para igualar la TEA con la interanual esperada. Y es que las perspectivas de inflación para el mes que viene son positivas y podría darse una desaceleración del IPC nuevamente en junio.
¿Es una buena decisión no subir las tasas?
"Probablemente lo que suceda es que, viendo las licitaciones, que según el gobierno fueron exitosas, y sumando algunas perspectivas hacia el futuro, para el próximo mes podrá sugerir una ligera baja para llegar al 7,5 por ciento de TEM, con un 90 por ciento TNA", anticipa Glustein.
Sin embargo, según su opinión, teniendo en cuenta que faltan dos meses para las elecciones y que las carteras buscan rentabilidad futura, considera riesgoso el hecho de dejar las tasas sin cambio en este momento porque considera que es una medida que estimula la dolarización. Así, según su opinión, hubiese sido una buena decisión realizar un leve ajuste al alza para dar una señal a los mercados de cara a las elecciones primarias para ganar confianza.
En tanto, otras voces sugieren que es una medida que le deja espacio al Bcra para reaccionar a futuro con nuevas subas de tasas si lo necesita. Uno de ellos es Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, quien sostiene que ya no tiene necesidad de subirla este mes porque, ahora, quedó levemente por encima de ese índice (0,2 puntos porcentuales).
“El dato de mayo es un indicador sorpresivo positivo y permite al Bcra guardarse un margen para volver a subir las tasas ante una eventual dinámica de la brecha cambiaria compleja de cara a las elecciones”, opina el analista.