Con los sorpresivos resultados de las elecciones, se modificó el tablero de ajedrez de muchas actividades, entre ellas la de los combustibles. Los precios de venta se mantenían encorsetados al amparo de sucesivos acuerdos entre el gobierno y las petroleras, los que los retuvieron por debajo de la inflación, con una brecha que fue creciendo mes a mes durante la vigencia de los pactos. Las consecuencias para las estaciones de servicio, han sido nefastas como es de público conocimiento.
Pero volviendo a los comicios de ayer, con la caída a un tercer lugar del oficialismo y aparentemente con pocas chances de recuperarse, el gobierno nacional quedó bastante debilitado y su capacidad de negociación muy reducida, ya que no cuenta con recursos para cumplir algunos compromisos contraídos con las petroleras, ni puede prometer nada para la próxima gestión gubernamental, que seguramente no conducirá. A esto se le agrega la devaluación peso respecto del dólar que, en el caso del oficial mayorista, asciende desde ayer al 22 por ciento. En este contexto, a partir de hoy finaliza el último acuerdo de precios, quedando las petroleras en condiciones de fijar libremente los valores de sus productos, según establece la ley.
Como primera señal de lo dicho, ayer las compañías Raízen (Shell), Pan American Energy (Axion) y Trafigura (Puma), informaron que a partir de hoy los precios mayoristas de los combustibles se incrementan nada menos que en un 25 por ciento. Obviamente una brecha de esa magnitud entre los valores minoristas y mayoristas, generarían un traspaso de mercado entre los correspondientes canales de comercialización, por lo que seguramente será cuestión de horas el ajuste de los precios en surtidor. Desde una refinadora dijeron que “hoy seguimos vendiendo al mismo precio, pero mucho tiempo más no vamos a poder aguantar”.
“Necesitamos como mínimo un aumento del 20 por ciento como primer paso”, dijeron en otra empresa consultada.
En el transcurso del día de hoy, se esperan reuniones entre las refinadoras y el gobierno que, acudirán en una posición de debilidad.
Hasta ayer el valor de los combustibles se encontraba en el nivel más bajo de la última década. De un promedio histórico de entre U$S 1 y U$S 1,2 el litro, el precio era de U$S 0,8. Desde ahora y con el nuevo valor del dólar, bajó a U$S 0,6, y apenas U$S 0,3 dólares al tipo de cambio blue.
Como contrapartida, en Uruguay cotiza a U$S 1,89, en Chile U$S 1,52, Brasil U$S 1,18 y Bolivia U$S 0,53.
Y obviamente, más allá de estas consideraciones sobre los precios netos de los combustibles, sigue pendiente la actualización de los impuestos a los combustibles (ICL e IDC), que aportarían más del 20 por ciento a los precios de cartelera.