El Banco Central comunicará su decisión respecto de la tasa de los plazos fijos. La medida llegará ante una suba fuerte del dólar y luego del nuevo dato del Índice de Precios al Consumidor del Indec.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundirá hoy el dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, que se espera que sea de dos dígitos, aunque menor que la de agosto, que fue del 12,4 por ciento. Ante ello, es probable que el Banco Central (Bcra) defina una suba de tasas para los plazos fijos. La expectativa es que resuelva un ajuste de tasas nominal que podría rondar entre los 400 y 700 puntos porcentuales, lo que la llevaría alrededor del 122 por ciento o el 125 por ciento (con un rendimiento en torno a un 10,4 por ciento mensual).
Un alza estaría en línea con lo que señaló el último Informe de Política Monetaria Mensual del regulador, que se publicó este lunes y donde el Bcra anticipó que “continuará calibrando sus políticas en un contexto de mayor volatilidad en los mercados financieros asociado al período electoral”. Al respecto, afirmó que, en materia de tasas de interés, actuará dentro de su objetivo estructural de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local y favorecer la acumulación de reservas.
La definición final se conocerá después de la reunión habitual de directorio de este jueves y aún persistían algunas discusiones en la entidad.
Si bien en el mercado hay dudas al respecto, lo cierto es que el dato de inflación correspondiente al noveno mes del año dejará al rendimiento del plazo fijo tradicional (que es del 9,7 por ciento) en terreno negativo una vez más y es por eso que el Bcra la subiría para que no quede tan atrasada respecto del IPC.
El director de la Consultora Analytica Claudio Caprarulo considera que “ante la aceleración de la inflación es necesario una respuesta del Banco Central, por lo que, si decide subir la tasa, es una medida en la dirección correcta”.
Sin embargo, reconoce que estamos en un escenario de mucha incertidumbre en el que tener una tasa de interés real positiva no garantiza que los ahorristas no decidan, de todas formas, dolarizar su cartera.
El dólar blue subió un 20 por ciento en tres días y cotiza arriba de los $1.000 y los financieros también están en valores elevados, con un MEP en torno a los $833 y un Contado Con Liquidación (CCL) arriba de los $930. Asimismo, las brechas con el dólar oficial están en niveles elevados (en torno al 150 por ciento).
En ese contexto, es esperable que se vea impulsado a subir las tasas este mes. No obstante, Caprarulo menciona que “el aumento tiene que ser equilibrado porque también debe contemplar el impacto que tendrá en el déficit cuasifiscal”, que depende del rendimiento que se aplica a los pasivos del BCRA (las famosas Letras de Liquidez, Leliq, de las que tanto se habla en el último tiempo). Y advierte, en ese sentido que subir la tasa de más puede ser muy costoso.
Recordemos que, en agosto de este año, tras la devaluación pos Paso del 22 por ciento que implementó el Gobierno, el Banco Central aplicó una nueva suba de tasas de 21 puntos porcentuales y fijó el rendimiento de las Leliq en el 118 por ciento (para las que son a 28 días) y en 120 por ciento (las que son a 180 días). Esas letras son el respaldo de los plazos fijos por los que los bancos le ofrecen a los ahorristas una tasa promedio del 9,8 por ciento mensual (TNA 118 por ciento y TEA 209 por ciento).