Luego de las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para autorizar la reapertura de las instituciones educativas, las autoridades sanitarias actualizaron sus consejos para las escuelas y se mostraron favorable a un retorno de los estudiantes a las aulas.
El organismo federal de salud pública de Estados Unidos cambió de posición tras una petición directa de la Casa Blanca. No obstante, miles de distritos escolares continúan en pleno debate sobre si abrir al 100 por ciento o reducir la asistencia a un 50 por ciento tras el verano, en un momento en que la transmisión del coronavirus está tan extendida que en 15 días el país registró un millón de casos nuevos.
En un Estados Unidos Enfocado en las elecciones de noviembre, el tema está muy politizado desde que el presidente, Donald Trump, pidió a los centros educativos que abran completamente y amenazó en repetidas ocasiones con retener fondos a las instituciones educativas que se nieguen a reabrir.
"No se puede impedir de forma definitiva a 50 millones de niños que vayan a la escuela", aseguró en una rueda de prensa desde la Casa Blanca.
Por un lado, varias ciudades se inclinan por una vuelta al colegio virtual, como Houston y Los Ángeles, mientras la ciudad de Nueva York apuesta por un modelo híbrido. En los suburbios de Washington, el condado de Montgomery decidió que los alumnos no verán a sus compañeros hasta el 29 de enero.
Pero de uno u otro modo, la reapertura no será completa como desea el presidente.
Los Centros de Prevención y Lucha Contra las Enfermedades (CDC) habían publicado inicialmente consignas para advertir de los riesgos de un retorno a las aulas, pero el 8 de julio el presidente anunció que iban a revisar sus directrices.
En su actualización publicada el jueves, los CDC destacaron "la importancia de reabrir las escuelas en otoño", afirmando que las mascarillas y el distanciamiento son indispensables. El organismo advirtió que volver a las aulas no es una buena idea en caso de circulación activa del virus.
Para los expertos, los niños tienen riesgo bajo de presentar cuadros graves de Covid-19 y destacaron los prejuicios sociales, emocionales, económicos y académicos de cerrar las escuelas.
En el documento, los expertos citan una investigación de la Universidad de Washington que señala que los recintos estaban mal preparados para la enseñanza a distancia, y que esta solución aumentó las desigualdades entre ricos y pobres.
"Es poco probable que los niños sean vectores importantes de propagación del virus", concluyeron los expertos del CDC.