Mientras en la Argentina se frenó la legalización del aborto con, entre otros argumentos, concepciones binarias de la sexualidad, la gestión de Merkel adoptó un proyecto sobre el tercer género.
Mientras los senadores argentinos y los militantes "provida" del país lograron evitar la aprobación de la legalización del aborto con argumentos religiosos y concepciones binarias de la sexualidad, los países desarrollados ya analizan incorporar a sus marcos jurídicos al "tercer sexo".
Tal es el caso de Alemania, cuyo gobierno adoptó este miércoles un proyecto de ley para legalizar al "tercer género" en las partidas de nacimiento, lo que convertiría al país teutón en un precursor en Europa del reconocimiento a los intersexuales.
Según el proyecto de ley, al lado de la casilla "femenino" o "masculino" habrá otra con la mención "diverso" para las personas intersexuales.
"Nadie debe ser discriminado en función de su identidad sexual", declaró la ministra de Justicia Katarina Barley, quien recordó que esta modernización del Registro Civil tendría que haberse hecho hace mucho tiempo.
Con el proyecto de ley, la gestión de Angela Merkel cumple con una sentencia de la Corte constitucional de 2017, que dio a los diputados hasta "finales de 2018" para votar una ley sobre el "tercer sexo".
Desde mayo de 2013, en Alemania ya no era obligatorio rellenar la casilla sobre el sexo y los padres de los recién nacidos podían dejarla vacía, hasta más adelante en que el afectado elegiría entre el sexo masculino o femenino o continuar sin mencionar su género.
Otros Estados europeos, como Holanda o Austria, también se comprometieron a reconocer el "tercer género".
Según datos de la ONU, entre el 0.05 por ciento y el 1.7 por ciento de la población mundial es intersexual.