Joseph James DeAngelo tiene 72 años. Poco menos de la mitad de su vida la dedicó a esconderse de la Justicia. A no dejar rastros. Mientras que la otra porción se esmeró por matar y violar. Durante la década del 70 y 80 fue conocido bajo sobrenombres que aterraban a toda una población: The Golden State Killer. El Asesino del Golden State, en referencia al famoso puente de San Francisco. Este miércoles fue arrestado en su casa de Citrus Heights, a pocos kilómetros al norte de Sacramento.
Pero también acarreó con otro alias, todos puestos por la prensa de entonces y los investigadores: East Area Rapist. El Violador del Área Este. O como Original Night Stalker, El Original Acosador de la Noche.
En 1981 el diario local Sacramento Bee escribió una línea que ya ilustraba su macabro accionar y lo difícil que sería cazarlo: “Este hombre provocó lo que se cree que fue la persecución más intensa en la historia del condado”. Con el correr de los años, se convertiría en un asunto nacional.
Hoy, después de décadas de búsqueda sin rastros, el Departamento del Sheriff del Condado de Ventura confirmó que fue detenido en relación a dos asesinatos. En total en su sangriento e interminable récord figuran 12 homicidios y 45 violaciones. También 120 robos a propiedades en varias comunidades entre 1977 y 1986.
La edad de sus víctimas eran dispares. Se hallaban entre los 12 y los 41 años.
Entre sus víctimas siempre había una mujer. No importaba si viviera sola, con sus hijos o con sus maridos. El patrón se repetía siempre. DeAngelo atacaba de noche, entre los condados que se encuentran entre Sacramento a Orange. Luego de sus crímenes, siempre creyeron que el hombre se había mudado para no ser atrapado. Quizás al Área de la Bahía o al Sur de California.
Los años -las décadas- pasaban y ni las policías locales ni estatales y tampoco el FBI podían dar con el asesino serial. Incluso en junio de 2016 la oficina federal ofreció una recompensa para quien aportara algo de información sobre el hombre que para entonces tendría -según los cálculos de los investigadores- entre 65 y 75 años.
De acuerdo al perfil trazado por el FBI, The Golden State Killer tendría esa edad, sería blanco, de alrededor de 1,80 metros, rubio o castaño claro y contextura atlética. ¿Pudo estar entrenado en técnicas militares? Era muy probable. De hecho, esa información se confirmó cuando dieron con él: había sido ex policía.
Finalmente, este miércoles DeAngelo fue arrestado en su casa de Citrus Heights, a pocos kilómetros al norte de Sacramento. “Es el caso de asesinato en serie no resuelto más prolífico, probablemente en la historia moderna”, indicó a los medios la Fiscal del Condado de Sacramento, Anne Marie Schubert.
Una de las víctimas que logró sobrevivir a sus ataques, y quien fuera violada por DeAngelo, supo hoy que el hombre había sido detenido. Se lo comunicaron las autoridades. Se lo debían. Jane Carson-Sandler dijo no poder salir de su asombro por la novedad. “Lo supe esta mañana. Estoy abrumada de alegría. He estado llorando, sollozando”, señaló al diario The Island Packet de Carolina del Sur.
Algunos de sus crímenes
El historial de DeAngelo es truculento. El 2 de febrero de 1978, Brian Maggiore y su esposa Katie decidieron dar una caminata nocturna con su perro por Rancho Cordova el vecindario en el cual vivían. Fue allí cuando fueron sorprendidos por The Golden State Killer. Fueron perseguidos y asesinados, de acuerdo a los registros del FBI que tomó el mando de la investigación desde entonces hasta el presente.
Este asesinato y los otros atormentaron la mente del detective Ray Biondi durante años. “Es alucinante que haya cometido tantos crímenes sin un error”, indicó en declaraciones dadas a la filial de la cadena de noticias NBC de San Diego.
Pero además de matar y violar, DeAngelo también robaba viviendas del Área de la Bahía de San Francisco. De ellas intentaba llevarse objetos pequeños, pero de gran valor, como joyas, monedas de oro y cualquier otra cosa que encontrara.
Pese a que fue imposible de rastrear durante 40 años, sus ataques tenían una similitud: encandilaba con una linterna a sus víctimas mientras sostenía un arma o un cuchillo. Nunca podrían reconocerlo. Siempre llevaba una tenebrosa máscara. Luego las ataba con una cuerda. Por lo general lo hacía con cordones de los propios zapatos de las víctimas, que luego se llevaba.
Según los testigos que pudieron sobrevivir a su brutalidad, DeAngelo siempre hablaba con los dientes apretados, distorsionando su voz, para que no pudieran reconocerlo en caso de una ronda de identificación o un interrogatorio.
Cuando irrumpía en una vivienda, violaba a sus dueñas y parecía un tornado haciendo un saqueo absoluto. Barría con todo en busca de lo más valioso. También su lado sádico se evidenciaba tras finalizar su tarea. En algunos casos, permanecía durante horas después del ataque en las casas violentadas e incluso cocinaba comidas.
Durante 30 años logró refugio en Citrus Heights. Sus vecinos lo describieron como un hombre activo, agradable, con algún que otro estallido de insultos. Pero como cualquier otro que tuviera un mal día. Un muy mal día.
Ayer a la mañana, agentes del FBI y de la policía estatal rodearon su casa y lo detuvieron. Recién ahí el resto supo quién era. Los más veteranos se horrorizaron: habían cruzado saludos con quien fuera el terror de hace 40 años y que supo cosechar tres alias: The Golden State Killer; East Area Rapist; Original Night Stalker. Incluso, alguno, le habrá invitado una taza de café en su propia vivienda.