El caso del crucero que estuvo anclado y aislado a principios de 2020 en el puerto de Tokio, Japón, sirvió de ejemplo de lo que ocurriría con cualquier embarcación de este estilo si se producía un brote de Covid-19 entre sus pasajeros y tripulación. Por eso una firma del rubro busca probar sus protocolos contra el coronavirus cuanto antes.
La compañía Royal Caribbean empezó a ofrecer viajes gratis a quienes se ofrezcan de voluntarios, o conejillos de Indias, para vivir la experiencia de unas vacaciones en un crucero con distancia social, alcohol en gel, hisopados negativos y otros ítems de los posibles protocolos.
Una vocera de la empresa informó desde Miami que la compañía quiere "capacitar a nuestra tripulación en nuevos protocolos de salud y seguridad y realizar una serie de viajes de prueba para poner a prueba esos protocolos en condiciones del mundo real".
El "mundo real" incluiría probar durante un viaje, por ejemplo, qué ocurriría si se detectara un caso de Covid-19 a bordo. Vicki Freed, vicepresidente de la compañía, explicó que se realizarán "una serie de viajes con nuestros empleados y otros voluntarios para probar los protocolos y hacer modificaciones".
En enero de 2020, cuando la crisis del coronavirus aún no era pandemia y se sabía poco sobre su mecanismo de propagación, el crucero con bandera británica Diamond Princess subió a bordo a sus pasajeros en Tokio, y entre ellos había una persona de 80 años procedente de Hong Kong que había estado en la provincia china de Guangdong. Así entró el Covid-19 en la embarcación.
Como corolario el Diamond Princess estuvo anclado y aislado en el puerto de Tokio y se calcula que más de 700 personas de las 3.711 que estaban a bordo se infectaron con coronavirus. Se registraron 14 casos fatales y recién para el 1 de marzo fue posible vaciar del todo la nave, que podría volver a circular cuando se levanten las restricciones en el rubro.