Google está preparando una versión experimental de su motor de búsqueda adaptado a las exigencias de la censura china para volver al país, del que se retiró hace unos años.[{adj:15904 alignright}]
Ante la presión de la censura y de los ciberataques, Google retiró su buscador de China en 2010 y la mayoría de sus servicios se encuentran bloqueados en la segunda economía mundial, según informó AFP.
Pero el gigante californiano trabaja ahora en una nueva versión, bautizada "Dragonfly" ("Libélula"), modificada expresamente para censurar las páginas web y las palabras clave prohibidas por el gobierno chino, aseguró a la AFP una fuente interna de la multinacional estadounidense.
El código fuente de este buscador puede ser consultado y probado en las redes informáticas internas de Google, afirma un empleado bajo anonimato, confirmando así informaciones publicadas en la prensa estadounidense.
La noticia provocó malestar entre numerosos empleados de Google. "Algunos están indignados por lo que se está haciendo", reconoce la misma fuente. El portavoz de Google en Asia, Taj Meadows, no quiso confirmar ni negar la existencia de este proyecto.
"Ya proponemos varias aplicaciones para móviles en China, como Google Translate [traductor]o FilesGo [envió de documentos]y realizamos inversiones significativas en empresas chinas como JD.com", un gigante del comercio electrónico en China, declaró Meadows a la AFP. "Pero no haremos comentarios sobre especulaciones de nuestros futuros proyectos", añadió.
Democracia censurada
El diario digital The Intercept, que reveló la existencia de este programa, aseguró que este motor de búsqueda está destinado al sistema operativo Android para teléfonos inteligentes, propiedad de Google.
Según la publicación estadounidense, fundada por el periodista de investigación Glenn Greenwald, el nuevo buscador tiene una 'lista negra' con palabras relacionadas con los derechos humanos, la democracia, la religión o las manifestaciones.
Esta aplicación también censura páginas web prohibidas por las autoridades comunistas chinas. China dispone de un complejo sistema de censura en internet, conocido como la "Gran muralla electrónica", que impide el acceso a Google, Youtube, Facebook, Twitter y a numerosos medios occidentales.
Las plataformas chinas como Weibo (el equivalente de Twitter) o WeChat (el WhatsApp chino) también son censuradas y obligadas a regular sus contenidos más sensibles, como las voces críticas contra el régimen, los escándalos sanitarios o la música rap. En este contexto, los grupos tecnológicos occidentales se enfrenta al dilema de hacer concesiones al gobierno chino o renunciar a un mercado gigantesco.
Por su parte Amnistía Internacional pidió a la compañía que no acepte la censura china. "Será un día negro para la libertad en internet si Google se somete a las reglas extremas de la censura china para acceder a su mercado", advirtió Patrick Poon, un investigador de la oenegé, que lamentó que "se de prioridad a las ganancias en lugar de a los derechos humanos". (AFP)