Según datos difundidos este jueves por el Ministerio de Salud, en lo que va de mes se detectaron 3.271 nuevos casos de coronavirus, frente a los 1.307 de marzo, cuando se registró el primer brote, y los 1.277 de abril.
Hasta el momento, el Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis ha evitado ordenar un nuevo confinamiento generalizado, ni tiene planes de hacerlo, pero ha ampliado las zonas en las que se aplican medidas restrictivas que van más allá de las vigentes en todo el país.
A la vista del aumento significativo de casos, el Ejecutivo decidió ayer aplicar a partir de mañana en las zonas turísticas de Santorini y de la península de Calcida las restricciones aprobadas la semana pasada para las islas de Poros, Paros y Antíparos.
En todas estas áreas estarán prohibidos todo tipo de eventos públicos como fiestas, ferias, procesiones o mercadillos, así como las reuniones de más de nueve personas.
En los restaurantes solo se permite un máximo de cuatro personas por mesa y además es obligatorio el uso de tapabocas, no solo en el interior, como en el resto del país, sino en el exterior.
Al mismo tiempo, se aplica en estas regiones una normativa que también está vigente en otras zonas del país con gran concentración de personas, especialmente en Atenas y Salónica: el cierre de bares y restaurantes a partir de la medianoche hasta las siete de la mañana.
Casi cada día Grecia está registrando más de 200 nuevos casos.
Ayer fueron 217, lo que elevó la cifra total a 7.684, y la de fallecidos a 235, con tres defunciones más en 24 horas, según el informe de hoy del Ministerio de Salud, citado por la agencia de noticias EFE.
Preocupante es también el aumento de casos en geriátricos -en marzo y abril apenas hubo problemas- y entre el personal hospitalario.
En Salónica, la segunda ciudad más importante del país, se han registrado 13 muertes tan solo en una semana, de las cuales seis fueron en una residencia para mayores.
El problema del aumento se debe sobre todo al descuido que está teniendo la propia población, sobre todo los más jóvenes, y no tanto el turismo, como destacó el viceministro de Protección Ciudadana, Nikos Jardalias.