La policía de Utrecht, en Holanda, informó que el principal sospechoso de protagonizar el tiroteo que dejó un saldo de al menos tres muertos y cinco heridos tiene 37 años, nació en Turquía y es conocido por el nombre de Gökmen Tanis.[{adj:39323 alignright}]

El hombre evadió la captura y sigue libre, luego de haber comenzado a disparar a bordo de un tranvía y darse luego a la en un hecho investigado por presuntas "motivaciones terroristas".

Las fuerzas de seguridad también publicaron en su cuenta oficial de Twitter una foto de Tanis (en un principio incorrectamente referenciado como Gökman) viajando en tranvía, solicitando información del público sobre su paradero pero advirtiendo también por su peligrosidad.

"La policía pide que estén alertas por Gökmen Tanis, de 37 años y nacido en Turquía, asociado con el incidente de esta mañana en la plaza 24 de Octubre en Utrecht. No se le acerquen, llamen al 0800-6070″, indicó la institución en holandés y en inglés.

De acuerdo a la información disponible, el tirador abrió fuego a las 10:45 AM (hora local) a bordo de un tranvía en la plaza 24 de octubre, un importante nodo de tráfico cercano a una estación de tranvías.

La agencia holandesa ANP reportó que al menos una persona había muerto en el tiroteo, en el cual también se denunció un saldo de numerosos heridos, aunque no había confirmación oficial. Luego el balance pasó a tres muertos y cinco heridos.

Tras el ataque el sospechoso escapó y comenzó entonces una importante cacería humana de parte de las fuerzas antiterroristas de la policía, reportándose luego otros tiroteos en "numerosos sitios" en Utrecht durante la persecución, de acuerdo a De Telegraaf.

El atentado llevó a las autoridades a declarar el estado máximo de alerta terrorista por primera vez en su historia, y el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, convocó una reunión de emergencia, informó la agencia Reuters.

Al respecto la cadena holandesa NOS reportó que la policía había rodeado un edificio donde se cree que Tanis podría estar encerrado. Pero lo cierto es que no se descartaba que hubiera también otros cómplices.

Especial importancia se dio al resguardo de aeropuertos y la infraestructura vital de Holanda, así como también a las mezquitas de la ciudad luego del brutal ataque terrorista ocurrido el viernes en Nueva Zelanda, en el que un supremacista blanco masacró a 50 fieles musulmanes.

Este tipo de atentados suele colocar a las fuerzas de seguridad en todo el mundo en alerta, tanto ante la posibilidad de que se repitan otros ataques similares inspirados por el primero, o bien frente a la amenaza de una represalia de grupos extremistas contrarios.