En la Provincia de Buenos Aires, ya están viendo la posibilidad firme de que la próxima temporada de verano no sea con turistas yendo a la Costa Atlántica y en cambio se desarrolle en el mejor de los casos un turismo “local” o “regional”, en la medida que no aparezca en el corto plazo una vacuna contra el Covid-19. Un fantasma que en las localidades balnearias se apresuran a espantar y que ya dispara polémicas.
Primero fue el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, quien abrió el paraguas al plantear la incertidumbre con relación a una temporada veraniega tradicional a partir de la pandemia que tiene como epicentro al área metropolitana.
En ese sentido, Gollan dijo que “es inimaginable, si no tenemos una vacuna, que miles de personas del Conurbano y del interior se movilicen a la Costa Atlántica”.
La sentencia encontró rápida respuesta en Martín Yeza, el intendente de Pinamar que la semana pasada fue diagnosticado con Covid-19 y ayer, desde su cuenta de Twitter, expresó que, aunque entiende la posición del ministro, “es una posición. No quiero polemizar nada porque entiendo que no es ni debe ser su prioridad el turismo. Nosotros trabajamos con los ministros [de Producción provincial], Augusto Costa, y de Turismo de la Nación Matías Lammens para tener temporada”, aclaró.
También, el jefe comunal del partido de General Pueyrredón -al que pertenece Mar del Plata-, Guillermo Montenegro, aseguró que está “pensando y trabajando para tener una temporada”.
En tanto que para Gollan, gran parte de los contagios que se registran en el interior obedece a que “alguien que llega del área metropolitana contagiado participa de una reunión social” y por eso “lo más importante es mantener la guardia alta, controlando muy fuerte lo que entra y sale, la gente que va y viene y controlar rápidamente los focos”.
“Vamos a tener que ir pensando día a día, generando estrategias, corrigiendo errores, abriendo y cerrando actividades porque es un escenario incierto”, enfatizó el funcionario, y admitió que “habrá que pensar modalidades de turismo local”.
Pero, como se dijo, en los destinos balnearios, lejos de tirar la toalla, ya diseñan protocolos de seguridad e higiene con miras al verano 2021.
Tanto en Pinamar, que ante la aparición de nuevos casos -entre ellos el propio intendente- debió retroceder a Fase cuatro, como en La Costa, Villa Gesell,
Necochea o Mar del Plata, todas en Fase cuatro o cinco.
Por caso en La Feliz, según puntualizó ayer Montenegro, “se trabaja con hoteles y balnearios para poder generar una buena respuesta y una protección sanitaria frente a la temporada”. Incluso, prevén que los guardavidas empiecen a pisar la arena desde noviembre.
Consultado sobre la posibilidad de que Mar del Plata pueda reabrir sus puertas al turismo, el jefe comunal fue cauto: “Aunque me encantaría que fuera ahora, sería una irresponsabilidad poner una fecha. Ojalá sea lo antes posible”.