Durante las ultimas semanas, los hechos recrudecieron: incidentes y hechos vandálicos fueron ocasionados “por patotas contratadas por algunos comerciantes del centro comercial de Flores- Floresta (avenida Avellaneda) para provocar, agredir y generar enfrentamientos y disturbios para con vendedores y manteros”, denunció a AIM el referente del sector Omar Guaraz.
“Comerciantes del centro comercial de Avellaneda financiaron durante años con dinero a funcionarios policiales para eliminar literalmente vendedores, mediante miles de detenciones ilegales, vandalismo estatal donde se golpea con saña inusitada a los trabajadores, para robarles mercaderia y dinero”, advirtió a este Medio el dirigente de la CTA.
Mientras tanto, “el Gobierno de la Ciudad aprovecha la pandemia para intentar anular al sector de la economía popular, pretendiendo que no existe o, en todo caso, que no debería existir”, advirtieron a AIM desde el Bloque de Trabajadores Migrantes.
Sin embargo, “existimos. La economía popular es la respuesta autogestiva de millones de trabajadorxs excluidxs del mercado laboral formal, que debemos garantizar nuestras necesidades básicas ante el abandono y negacionismo del Estado”, aseveraron desde el sector a este Medio.
Por ello, “exigimos su liberación y el respeto de las garantías de todos los vendedores privados de su libertad, así como el procesamiento debido de su mercancía”, dijeron y ratificaron: “Basta de secuestrar mercadería sin confección: eso es robo”.
Diariamente la Policía de la Ciudad arremete contra vendedores ambulantes que desarrollan esta práctica como método único de subsistencia, tomando las precauciones sanitarias correspondientes. “Denunciamos la persecución y la criminalización de trabajadores excluidos y, en particular, la marcada discriminación de vendedores migrantes”, señalaron.