El Presidente sobrevoló zonas de Corrientes, para interiorizarse sobre las regiones afectadas por los incendios forestales; más de 900 mil hectáreas fueron arrasadas por el fuego; estuvo acompañado por el gobernador local y el de Misiones, por Cabandié y otros tres ministros
El presidente Alberto Fernández viajó hoy a la provincia de Corrientes, azotada por incendios sin precedentes que ya consumieron más de 930 mil hectáreas y ocasionaron perjuicios multimillonarias, además de pérdidas de fauna y flora autóctona. La grave situación que vive la provincia litoraleña incluyó también fuertes cruces políticos por el rol del ministro del área, Juan Cabandié, quien este miércoles fue interpelado en la Comisión de Medio Ambiente del Senado por su rol en los incendios.
Fernández sobrevoló en helicóptero junto al mandatario provincial los Esteros del Iberá, zonas aledañas al Embalse de Yaciretá y el sector costero de Ituzaingó. En la localidad de San Miguel aterrizó para dialogar con los bomberos y voluntarios en el centro de emergencia montado la escuela rural de familia agrícola Ñanderoga.
"Donde hay un argentino que sufre, que tiene una necesidad, hay una Argentina que sufre, y todo el país tiene que ir en soporte. No somos 24 distritos sino un país. El Gobierno nacional estuvo en contacto siempre enviando ayuda para controlar los incendios, con recursos y facilidades. Estuve en permanente contacto con el gobernador (Gustavo Valdés) y mandamos también a nuestros funcionarios para ver lo que pasaba", señaló Fernández tras sobrevolar, junto al mandatario provincial, las zonas afectadas por el avance del fuego.
“El Gobierno estuvo en contacto siempre enviando ayuda para controlar los incendios, con recursos y facilidades", expuso Fernández en un acto improvisado en el campamento de campaña. Precisamente la asistencia del Ejecutivo había sido puesta en duda por el gobernador Valdés durante la semana pasada, cuando la catástrofe ganó la agenda política.
Lejos de la polémica Fernández y el gobernador agradecieron a los 280 brigadistas y bomberos locales y de otras 12 provincias que asistieron a Corrientes y también a los gobiernos de Brasil y Bolivia que enviaron recursos.
El Presidente estuvo en el campamento instalado en la Escuela de la Familia Agrícola "Ñanderoga" -ubicada sobre la ruta 118, en el departamento de San Miguel y Loreto-, un lugar que se convirtió hace una semana en el centro de comando y base operativa de una fuerza integrada por organismos nacionales, empresas públicas y equipos especializados de media docena de provincias que lucha contra los incendios forestales.
Allí Fernández saludó a la formación de brigadistas forestales que se encuentran en el campamento, como los de la II Brigada Blindada del Ejército argentino, con asiento en Paraná; y promovió un aplauso para la delegación boliviana, que arribó el miércoles último.
La lluvia del jueves, que continuó durante buena parte del día, ya había traído alivio a la provincia. La ayuda económica y de recursos contribuyó a que bajaran los decibeles de la discusión política por declaraciones cruzadas entre funcionarios nacionales y provinciales.
El Presidente había llegado minutos antes de las 13 a Posadas, donde fue recibido por Oscar Herrera Ahuad, el gobernador de Misiones -otra provincia afectada por los incendios- y el correntino Valdés. Por la mañana, el ministerio de Agricultura había declarado el estado de emergencia y de desastre agropecuario en toda la provincia por 6 meses. Se calculan pérdidas por más de $60 mil millones.
La delegación que acompañó al Presidente fue bien nutrida. Además de Cabandié, estuvieron los ministros de Interior, Eduardo “Wado" de Pedro; Seguridad, Aníbal Fernández; y Agricultura, Julián Domínguez. También estuvo el titular del Banco Nación, Eduardo Hecker.
El jefe de Estado apuntó que será necesario prevenir futuros incendios. "El mundo ha cambiado y debemos entender que no hay tiempo que perder. El cambio climático no es un problema del futuro sino del presente, y esto que nos está pasando es necesario entenderlo y afrontarlo”, sostuvo. Lo escucharon el secretario de control ambiental Sergio Federovisky, que gestionó la crisis con la provincia, y la flamante secretaria de Cambio Climático Cecilia Nicolini.
“Con esos árboles le damos oxígeno al mundo. Somos víctimas. Ahora frente al resultado concreto debemos entender que el problema climático es un problema del presente. Ya llegó. Y debemos entender que no hay tiempo. No podemos permitirnos ver que se incendian los campos como acabo de verlos incendiados. Tenemos que evitar que eso ocurra”, dijo y agregó: “Hay bajantes históricas en el Paraná. No llueve. Todo ha cambiado. Hay que entender que frente a semejante cambio hay una responsabilidad individual que es la de no hacer nada que pueda sembrar un incendio”.
En San Miguel, los funcionarios explicaron en detalle el alcance de la ayuda prestada por el Ejecutivo nacional: repitieron los anuncios de asistencia que se hicieron en los últimos días y confirmaron más ayuda en camino. En el Ejecutivo había habido una suerte de autocrítica por la falta de coordinación política y de comunicación para asistir a la provincia.
Ambiente decidió girar una partida extraordinaria de $300 millones a la provincia para reforzar el combate de incendios. Interior gestionó un adelanto del Tesoro Nacional (ATN) para la provincia de $200 millones.
El Banco Nación, en tanto, ofreció $5 mil millones de crédito blandos -a devolver en 5 años- para los productores afectados. Agricultura y Desarrollo Productivo además habían anticipado que enviaría de inmediato otros $200 millones de aportes no-reintegrables para agilizar la llegada de ayuda.
La AFIP, a su vez, implementará medidas de alivio fiscal para los productores afectados: no correrán las ejecuciones ni las intimaciones hasta fin de año.
La Cartera de Desarrollo Productivo había anunciado la entrega de créditos para la asistencia a productores por $500 millones de pesos con tasa del 0 por ciento durante el primer año, correspondientes al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP). La de Turismo, en tanto, enviará $25 millones para reparar la infraestructura dañada.
El radical Valdés, al igual que el jujeño Gerardo Morales, construyó desde 2019 una relación de confianza con la Casa Rosada, que generó resquemores en Juntos por el Cambio. La campaña electoral abrió una grieta que los incendios y la proyección nacional del gobernador de cara a 2023 potenciaron.
La asistencia nacional parece haber reencauzado el vínculo. El mandatario provincial calificó la lucha contra el fuego como "una batalla épica" y agradeció la tarea de los brigadistas. Eximió parcialmente al Ejecutivo de la responsabilidad de la crisis al mencionar que la provincia sufrió "la peor sequía en 60 años".