A días de cumplirse un nuevo aniversario de la jura de la nueva Constitución de Argentina, Jorge Busti, ex convencional constituyente por Entre Ríos, afirmó a AIM que “si bien se originó la Convención con muchas sospechas por el Tratado de Olivos, fue importante lo que se logró, ya que se llegó a un producto jurídico bien hecho”.
El 24 de agosto se cumplen 25 años de la jura de la Constitución en el Palacio San José de Concepción del Uruguay (Entre Ríos). El acto representó el cierre de un largo proceso con encendidos debates, polémicas y desencuentros.
Las Leyes y sobre todo la Constitución de un país reflejan el espíritu de época y Jorge Busti lo sabe. El ex gobernador entrerriano es una figura política que trasciende la coyuntura de sus gestiones legislativas, municipales y provinciales, ya que fue convencional constituyente de la Reforma de la Constitución Argentina de 1994 y promovió y fue presidente de la Convención Constituyente de Entre Ríos en 2008.
En 1994, Busti era intendente de Concordia y, si bien tenía una agrupación distinta a la del gobernador Mario Moine, aceptó participar en una lista de unidad del Partido Justicialista (PJ) junto a Moine, Augusto Alasino, Hugo Baldoni y Teresita Serrat, quienes entraron por el justicialismo.
― ¿Cuál era el contexto político al momento de la reforma en la provincia?
― En Entre Ríos el PJ logró el 45 por ciento de los votos. Yo era intendente e integré de la lista de unidad del PJ junto a Moine, Alasino, Baldoni y Serrat, quienes fuimos electos para ser parte de la Convención Constituyente.
Por su parte, el radicalismo logró el 24 por ciento de los votos porque estaba dividido, ya que Sergio Montiel se oponía al Pacto de Olivos; el Modín (que era expresión de la derecha argentina y fue la moda del momento) sacó el 17 por ciento (94.000 votos, por eso logró dos convencionales); el Frente Grande (68.000 votos), consiguió un convencional que fue Ramón Duvini, una persona con una gran trayectoria en los derechos humanos; y el Partido Socialista (PS) y el MID, que no tuvieron representación.
― ¿Cómo participaste en la Convención?
― Fui un militante de la Convención, no fui un actor principal como en la Reforma de la Constitución provincial en el 2008, donde presidí la Asamblea de la Convención, que fue un avance muy importante Entre Ríos.
Yo era intendente de Concordia, tenía que venir en auto a instalarme a Paraná para las reuniones de comisión y estudiar en el trayecto, porque estaba en lo cotidiano de la gestión. Si bien no fui un actor principal, porque no estaba en la cúpula de –Carlos- Menem y –Raúl- Alfonsín y era –Augusto- Alasino, quien presidia el bloque, mi trabajo en la Convención estuvo centrado en tres áreas muy concretas, que expresaron la prioridad de ideas y valores que llevé a la reforma constitucional: derechos humanos e integración latinoamericana; sistemas de control del presidencialismo; y las garantías para el federalismo en Argentina.
En derechos humanos, fui autor de un proyecto de jerarquización de los tratados de derechos humanos e integración latinoamericana. Por otro lado, fui secretario de la comisión de Sistemas de Control y, también, participé activamente en la formación del texto final de la cláusula federal para darle rango constitucional a la coparticipación, donde está la forma en cómo se tiene que hacer una Ley de coparticipación (con inicio en el Senado de la Nación y, luego, aprobarse por Ley convenio), cosa que está inconclusa, todavía, en la democracia Argentina, porque no se hizo.
― ¿Había suspicacias?
― Si bien se originó la Convención con muchas sospechas por el Tratado de Olivos (donde se sospechaba que sólo era para la reelección de Menem), fue importante lo que se logró, ya que se llegó a un producto jurídico bien hecho.
Además, cuando comenzó en Paraná me fueron a ver los dirigentes de las Cajas de Profesionales de Seguridad Social porque había un avance muy fuerte de (Domingo) Cavallo –ex ministro de Economía en la gestión de Menem- para privatizar o tomarlas, por lo que establecimos claramente en un artículo de la Constitución que las provincias pueden crear y organizar sus propias instituciones en materia de seguridad social, es decir, se le dio una clara protección a las provincias para que creen su sistema de seguridad social, que fue muy importante y debatido.
― ¿Pensás que quedó alguna deuda pendiente?
― Más allá de que todo el mundo entró mirándose de costado por el Pacto de Olivos hubo fuertes debates (estaba la derecha, el centro y la izquierda) y en los temas fundamentales se lograron imponer los conceptos básicos de una reforma claramente progresista e importante que no fue (solamente) una aspiración electoralista.
La Constitución es un producto jurídico bien hecho y representó un avance en cuanto a la incorporación de los derechos humanos; la consagración de más derechos para los trabajadores; se fijaron límites y claros controles al sistema presidencialista; se estableció claramente el habeas corpus y el amparo; se consagraron garantías para los ciudadanos; y se establecieron las garantías para el federalismo en Argentina.
La Reforma entró con muchas sospechas de que era solamente para la reelección de Menem pero, finalmente, fue un producto jurídico bien hecho. Sin embargo, luego no se reglamentó, como el tema de la coparticipación y entonces quedó como una expresión de anhelo, como el tema de los derechos humanos, es decir, sería interesante que se aplicaran ahora los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad, ya que hoy la mitad de los pobres son niños y no tienen acceso a la educación.