Hay un tipo de amor que según el psicólogo Robert J. Sternberg funciona más y mejor que ningún otro. Es ese que se basa en un triángulo. Tres vértices para tres componentes que, de cuidar a diario, nos ayudarán a construir una relación estable y feliz.
A pesar de que los triángulos rara vez dan la felicidad en materia afectiva, para lograr que el amor funcione, según Robert J. Sternberg es indispensable que exista esta figura. Ahora bien, sus vértices los simbolizan en realidad tres tipos de procesos que la pareja debe cuidar y trabajar cada día. Solo así esa relación será satisfactoria y permitirá afrontar desafíos de manera inteligente.
Decía Lope de Vega que la raíz de todas las pasiones es el amor. Es cierto, sin embargo, si hay algo que todos sabemos es que el amor por sí mismo no es suficiente para que una relación funcione, como tampoco lo es la propia pasión. Necesitamos más ingredientes para que esa fórmula tenga éxito, componentes que no siempre dominamos y que son la auténtica alquimia de la felicidad.
Uno de los mayores expertos en este campo es el profesor de la Universidad de Yale y expresidente de la APA (American Psichology Asociation) Robert J. Sternberg. Además de sus grandes aportaciones al campo de la inteligencia y la creatividad, destacan por encima de todo sus trabajos sobre el amor.
Así, en libros como la Teoría Triangular del Amor o El amor es como una historia, nos recuerda cuántas cosas nos faltan por aprender en esta disciplina tan compleja. Es más, algo que el doctor Sternberg nos revela es que, a pesar de que hay muchas formas de amar, solo una revierte verdaderamente en el ser humano. Conozcamos cómo conseguirlo.
¿Cómo lograr que el amor funcione según Robert J. Sternberg?
Para lograr que el amor funcione según Robert J. Sternberg, se necesita de un triángulo y cuanto más grande sea este último, mejor. No obstante… ¿a qué se refiere el profesor de Yale cuando habla de «triángulo»?
Esta es, al fin y al cabo, la figura que eligió para hablar de esos tres componentes que, para él, pueden hacer que el amor funcione, sea enriquecedor y ayude a la pareja a crecer. Los tres elementos serían los siguientes:
- La intimidad, nuestro espacio seguro
La intimidad constituye ese escenario privado entre dos donde fluyen los sentimientos, donde las complicidades viajan de uno a otro con comodidad.
Asimismo, este primer componente se nutre sobre todo del interés genuino del uno por el otro, ahí donde nos conferimos apoyo emocional, comprensión y esa necesidad constante por compartir con esa persona que amamos pensamientos, deseos y preocupaciones.
- El compromiso, ese acuerdo hecho entre dos
Para lograr que el amor funcione según Robert J. Sternberg, es indispensable que exista un compromiso entre la pareja. Esta dimensión no hace referencia a un acuerdo firmado explícitamente, pero sí emocionalmente.
Un compromiso es darse libremente al otro cumpliendo un pacto de afecto, un acuerdo donde vivir en sintonía, respetándonos, sin caer en traiciones y engaños.
Así, algo que debemos entender también es que lejos de lo que nos han hecho creer, el amor sí tiene condiciones y estas quedan integradas en el compromiso. Entre esas condiciones está, por ejemplo, no hacerse daño, ser sinceros, practicar la reciprocidad, cuidarnos el uno al otro, etc.
- La pasión, el combustible que nos nutre para lograr que el amor funcione
Una vida sin pasión no es vida, y el amor, para que sea estimulante, requiere de esa chispa cotidiana con la que encender la relación.
Ese sentimiento debe irradiar por completo la vida de la pareja y no solo en aspecto sexual, porque la pasión es la que nos inspira, la que confiere esa ilusión por hacer cosas juntos, por seguir compartiendo instantes.
La importancia de cuidar de la forma de nuestro triángulo
Para lograr que el amor funcione según Robert J. Sternberg se necesita de un triángulo equilátero y grandes dimensiones. ¿Qué significa esto?
Lo que quería decir básicamente es que las relaciones felices y satisfactorias necesitan cuidar por igual los tres componentes: pasión, compromiso e intimidad. Si descuidamos el compromiso, los otros dos factores decaerán, y si dejamos de lado la intimidad, es muy posible que las otras dos dimensiones se debiliten.
Asimismo, otro aspecto en el que incide el doctor Sternberg es en la necesidad de atender todos estos ingredientes en el día a día. Porque el amor, según él, es una historia que debe escribirse y reescribirse a cada momento, son capítulos que redactar en común para dar forma a la mejor novela, esa donde hay a la vez dos protagonistas y dos autores, dos personas que se aman así mismas y que contribuyen activamente en la construcción de su relación. Tengámoslo en cuenta.
«Lo que haces en tu vida diaria afecta tu triángulo de amor. ¿Escuchas a tu pareja? ¿Buscas hacer feliz al otro todos los días? ¿Prestas atención a sus necesidades? Tenlo claro, puedes mejorar o empeorar tu triángulo amoroso a través de tus acciones. No las descuides». Robert J. Sternberg.
Por la Lic. en Psicología Valeria Sabater para La Mente es Maravillosa. -