El exgobernador tucumano José Alperovich fue condenado este martes a 16 años de prisión. Fue al cabo de un juicio por abuso sexual contra su sobrina y exasesora en el Senado, donde el ahora condenado fue senador entre 2015 y 2021.
Precisamente los hechos que se le adjudican fueron perpetrados entre 2017 y 2018, en Buenos Aires y la provincia de Tucumán. Fueron en total ocho hechos de abuso sexual, según consigna el fallo cuyo veredicto estuvo a cargo del juez Alejo Ramos Padilla.
Alperovich fue inhabilitado además de por vida para ejercer cargos públicos a nivel municipal, provincial y nacional, y se ordenó su inmediato traslado a la cárcel.
Alperovich fue gobernador durante tres períodos, entre 2003 y 2015. Luego asumió como senador nacional, reemplazando a su esposa Beatriz Rojkés, quien fue incluso presidenta provisional del Senado durante la segunda gestión presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.
La denuncia de abuso sexual fue hecha en noviembre de 2019 y el miércoles 27 de ese mes la Cámara alta votó por unanimidad y a mano alzada la licencia del legislador tucumano. Ese día se anunció que sería por seis meses y sin goce de haberes.
En esa sesión, la senadora Norma Durango leyó en su condición de titular de la Comisión Banca de la Mujer el comunicado difundido inmediatamente después de conocerse la denuncia contra Alperovich. “Nos solidarizamos con las mujeres que han sido abusadas o acosadas, dentro y fuera de este Senado”, expresaba la misiva, que agregaba que “nosotras nos revelamos contra la violencia sexual y la muerte de miles de mujeres y niñas. Asistimos conmovidas al relato de todas aquellas mujeres que están hablando de sus vidas, de sus dolores, de años de opresión en primera persona, poniéndole el cuerpo y palabra en todos los ámbitos, a relaciones de poder donde la supremacía del varón marca y somete; denigra y cosifica; vulnera y ultraja”.
A su turno, la senadora Silvia Elías de Pérez leyó un texto en el que recordó haber pedido la aplicación del Protocolo contra la Violencia de Género votado oportunamente por esa Cámara, y detalló que el Senado adoptó medidas urgentes para proteger a la víctima. A continuación, reclamó a la justicia de su provincia, Tucumán, “actuar con celeridad” con el objeto de “lograr justicia” en el caso. “No queremos que estos hechos aberrantes queden sin esclarecerse”, apuntó.
El senador cumplió su mandato en esa condición, de licencia, y su banca entonces nunca fue cubierta durante los dos años posteriores.
El senador había sido denunciado el viernes anterior por su sobrina segunda, una joven de entonces 29 años que trabajaba en el Senado, quien afirmó que sufrió violencia “sexual, física y psicológica” desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019 por parte de Alperovich.