Una de las preguntas respecto a la actividad legislativa en 2023 es sobre las iniciativas pendientes del año pasado. Al oficialismo le quedaron pendientes varios proyectos que deberían dirimirse por la puja entre los diferentes bloques. El Ejecutivo planea convocar a extraordinarias y apuesta a aprobar algunas de ellas.
Al oficialismo le quedaron pendientes varias leyes en 2022. La paridad que reina en la Cámara de Diputados representa una dificultad para el Frente de Todos a la hora de avanzar con proyectos polémicos, como la ampliación de la Corte Suprema de Justicia.
Tampoco la tiene fácil con aquellas iniciativas que representan un mayor déficit fiscal, como la moratoria previsional o Compre Argentino. Juntos por el Cambio, que aspira a ser Gobierno el año que viene, se las ingenia para bloquear aquellos debates que a futuro podrían representarle un dolor de cabeza.
Pero en el medio de estos tironeos, también quedaron leyes que podrían atraer divisas y que incluso cuentan con el aval de la coalición opositora. Entre ellas, la ley de fomento al sector agroindustrial.
El presidente Alberto Fernández tiene planeado convocar a sesiones extraordinarias. Su intención es que al menos alguna de estas leyes -y otras que todavía no fueron presentadas- avancen antes de que el calendario electoral se ponga en marcha.
Desde que el Frente de Todos es Gobierno, todas y cada una de las leyes de corte judicial quedaron a mitad de camino. Una vez aprobadas al Senado, pasaron a Diputados para dormir el sueño de los justos. Este año no fue la excepción. A la "reforma judicial" y modificación de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal, en 2022 llegaron para acumularse en la pila la reforma del Consejo de la Magistratura y la ampliación de la Corte Suprema.
No se necesita es difícil suponer que muy posiblemente 2023 no será la excepción y que esas leyes seguirán cajoneadas en Diputados. En concreto, esos proyectos no solo son rechazados por JxC y los liberales. Tampoco cuentan con el aval de la Izquierda ni del Interbloque Federal.
Es por ello por lo que el oficialismo no concentra sus energías allí. Sabe que inclinar la balanza a su favor es una quimera.
Diputados tampoco tuvo suerte para avanzar con el proyecto que tiene como ideólogo al senador ultrakirchnerista Oscar Parrilli que busca crear un "fondo para pagarle al Fondo". La iniciativa, que para Juntos por el Cambio no es más que un blanqueo encubierto bajo el slogan "que la deuda la paguen los que la fugaron", tampoco prosperó.
Si bien hubo algún intento por avanzar con ella en Diputados, estos fueron desactivados. Sobre todo, luego del acuerdo que el ministro Sergio Massa selló con los Estados Unidos para el intercambio de información financiera, su equipo trabaja en un nuevo blanqueo.
Por las dudas, Juntos por el Cambio ya salió a decir que no acompañará ninguna ley en ese sentido.
Postura similar mantiene la coalición opositora en torno al plan de pagos para deuda previsional. Más allá de que Juntos por el Cambio presentó su dictamen de minoría al respecto, el principal planteo que le hacen al Frente de Todos es "de dónde va a salir la plata" para costear una moratoria cuyo impacto fiscal rondaría los 0,3 por ciento del PBI en 2023.
La reforma de la ley Compre Argentino es otro de los proyectos que el Frente de Todos parece haber resignado. Juntos por el Cambio, que rebautizó la ley bajo el nombre "compre caro", tampoco dejará avanzar una ley que, prevén, habilita al Estado a comprar insumos hasta un 20 por ciento más caro. Claramente, la iniciativa va en contra de achicar el déficit fiscal.
Por esta misma premisa es que el grueso de Juntos por el Cambio, salvo el bloque que lidera Rodrigo de Loredo, rechaza la iniciativa que busca crear casi una decena de universidades nacionales. Estos proyectos fueron los protagonistas de las dos últimas sesiones fallidas.
Si bien hubo algún intento por avanzar con el proyecto de Parrilli para crear un fondo con dinero de la evasión, estos fueron luego desactivados después del acuerdo tributario de Massa con Estados Unidos.
El oficialismo, en cambio, tiene posibilidades de avanzar con algunas leyes que ya figuran entre las candidatas a ser tratadas en extraordinarias.
Una de ellas es la ley que busca fomentar las inversiones -con la mira puesta en incrementar el volumen de divisas- en el sector agroindustrial. El texto, que deberá ser dictaminado antes de ser llevado al recinto, fue consensuado con Juntos por el Cambio. Su freno en la comisión que lidera el radical Ricardo Buryaile fue a raíz de la irrupción de la Ley de Humedales.
Otra normativa que tiene altas chances de prosperar, ya que oficialismo y oposición venían negociando con buenos resultados, es la que modifica la actual ley de prevención y persecución contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Se trata de la iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo que propone modificaciones a las normas vigentes para adecuarse a los estándares internacionales.
Al igual que la ley de fomento al sector agroindustrial, este proyecto todavía no fue dictaminado, pero el Frente de Todos confía en que logrará hacerlo, incluso con el acompañamiento de JxC para así llevarlo al recinto en el corto plazo.