Es fuente de regocijo que un año más se celebre en todo el mundo el día del cooperativismo. La posibilidad que tenemos de ayudar al país con trabajo y producción es muy grande y debemos aprovecharla. Por Carlos Iannizzotto (*).
El cooperativismo no tiene partido, ni política partidaria, pero no tenemos dudas que es el sistema económico que más favorece a la ruralidad. Para sustentar lo anteriormente dicho, quiero plantear cuatro conceptos fundamentales:
En primer lugar, la globalización. Debemos saber que no demonizamos a nadie, pero la globalización tiene un proceso fuerte de “desespacialización”, es decir, un encuentro cultural y social fuera de espacio. Cualquier medida que se tome en cualquier parte del mundo, nos incide directamente.
El segundo término es la concentración. Actualmente, dos empresas que están enfrentadas, de golpe se unen. Es todo rápido, de un momento para otro. Estamos viviendo una concentración inevitable, y los productores también nos tenemos que unir.
El tercer concepto es la vulnerabilidad. En este punto tenemos que saber que nuestras producciones deben ser sustentables, no solo para que podamos subsistir.
Por último, el campo genera uno de cada seis puestos de trabajos y produce alimentos para todo el país. Las políticas antinatalistas son impuestas para dominar nuestro mercado y no son buenas para argentina. Necesitamos una política demográfica que nos haga crecer en todo el territorio para tener más riqueza. En silencio, pero masivamente, el campo apuesta a la vida, y con ello contribuye al crecimiento de nuestra nación.
Para nosotros los valores del cooperativismo son más necesarias hoy que nunca. Porque los personalismos deben terminar en Argentina para darle lugar al consenso y al trabajo en equipo.
Todo lo humano debe estar fundado para nosotros en valores y virtudes, sobre todo los vinculados a todo lo que dignifica la persona. Si no, no sirve. Ser buena persona, tener valores es buen negocio. Y el cooperativismo quiere poner ese sello.
Creemos que cada uno de nosotros podemos poner la semilla par que la justicia y la productividad sean valores fuertes en Argentina. Hoy uno de los grandes problemas es el empleo. Debemos enfocarnos y trabajar en cómo crear empleo, porque la innovación y la revolución tecnológica están expulsando el empleo. Tenemos que capacitarnos en las nuevas tecnologías.
El cooperativismo debe enfrentar con éxito el cambio de paradigma. Y el secreto está en unirnos todos. Si hay consenso, hay asociativismo. El cooperativismo es un gigante dormido. Juntos podemos hacer grandes cosas.
Carlos Iannizzotto (*) es presidente de Coninagro y directivo de Acovi.