AIM en sesión. El dictamen se aprobó en general por unanimidad. Un total de 67 senadores emitió su voto en una sesión en la que también se aprobó el proyecto de ley de extensión de dominio. La ex presidenta pronunció un encendido discurso en el que habló de la justicia como un instrumento de persecución.
[{adj:17782 alignright}]Cristina tampoco pudo conseguir que los legisladores exigencias que planteó ayer respecto de las condiciones para los allanamientos. Entre otras cosas, había pedido que no hubiera cámaras de televisión ni fotográficas, y que haya senadores presentes durante el procedimiento.La ex presidenta llegó al Congreso pasadas las 13.30, en medio de un enorme operativo de seguridad, aunque ingresó al recinto poco después de iniciada la sesión, cuando ya se había reunido quórum. Para ese entonces, ya estaban las primeras kirchneristas: Anabel Fernández Sagasti, Nancy González y María de los Angeles Sacnun. El bloque del Frente para la Victoria-PJ estuvo presente, a diferencia del anterior intento.
Quien abrió el debate fue el cordobés Ernesto Martínez (PRO0), quien pidió autorizar los allanamientos para “prestigiar la buena política” y recordó que los legisladores solo gozan de inmunidad de arresto, según lo establece la Ley de Fueros.
El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera, aclaró que el Senado “no será responsable” si se filtran imágenes de los allanamientos a las propiedades de la expresidenta Cristina Kirchner, y pidió a Bonadio “cuidar la diligencia” y respetar las garantías que otorga el Código Procesal.
El debate
La sesión contó con fuertes exposiciones a favor y en contra de la aprobación de los allanamientos solicitados por el juez Bonadio. El senador Ernesto Martínez, del Frente Cívico, reclamó que no se puede " estar por encima de cualquiera del pueblo. Y agregó: “Tan sola esa obvia conclusión nos lleva a peticionar al pleno del Senado el voto afirmativo del despacho de la comisión autorizando el pedido judicial reclamado".
Por su parte, Maurice Closs, senador por Misiones habló del origen de los fueros: “surgen para proteger, en las monarquías parlamentarias, la independencia de criterio de los legisladores", y apoyó a la expresidenta: "La Argentina merece que tengamos instituciones que dejen funcionar la Justicia pero también cuidar el funcionamiento de la política", concluye el senador”.
Bajo el mismo criterio se expresó Ana Almirón, legisladora correntina, quien sostuvo que "el mismo fiscal y el mismo juez tomaron la causa sin sorteo alguno violando el debido proceso legal y la garantía de juez natural". Además, se refirió a la metodología del proceso: “Como este registro domiciliario ya no tiene la situación de sorpresa porque tiene autorización previa, en el ejercicio del derecho de defensa debería facilitarse la presencia de un defensor como garantía de cualquier persona sometida a un proceso judicial".
Pero sin dudas, las palabras más fuertes las tuvo María Inés Pilatti Vergara, senadora por Chaco, quien se refirió a la marcha acontecida ayer para pedir el desafuero de Cristina Kirchner, y calificó como “señoras gordas” a quienes se manifestaron el martes frente al Congreso para pedir el desafuero de la ex presidenta. Asimismo, la legisladora agregó: “Tenga presente señor juez, que no hay escritorio que no gire 180º: con los compañeros que compartimos bloque pueden tratar de justificar su accionar, de quedar bien con las señoras gordas que se pronunciaban anoche frente al Congreso. Pero en el barrio eso se llama traición, y de la traición no se vuelve.”
A su turno se expresó la representante de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Miriam Boyadjian, quien manifestó que “la política se genera a través de una regla: la honestidad como el valor más importante a considerar” y que no se puede “ser indiferentes al oficio del juez que solicita el procedimiento para que se realicen los allanamientos correspondientes, y a la voz del pueblo que está pidiendo Justicia”.
Nancy González, senadora por Chubut argumentó su voto negativo calificando el procedimiento judicial de Bonadío como una “distracción” que pretende desviar la agenda de los “problemas de la gente”. "Frente a la crisis económica la derecha argentina siempre la ha condimentado con grandes crisis políticas porque no se puede gobernar contra el pueblo sin el recorte de libertades", agregó.
Por otro lado, Eduardo Costa, senador por Santa Cruz, fundamentado en que no se trata de un “show mediático”, sino que “es gente que en virtud de una voluntad política que tomó el gobierno de Cambiemos, que es la ley del arrepentido, está aportando para acabar con la corrupción". Finalmente, terminó de manifestar su postura sobre la causa de los cuadernos y la sesión en el senado: "Acá estamos esencialmente para hablar de un tema: la corrupción y la impunidad en la Argentina".
Aunque dejó expresamente en claro que, para él, el allanamiento “no sirve para nada, el senador por Formosa, José Miguel Ángel Mayans, también dio su voto a favor, ya que le pareció “muy importante que la Justicia funcione como corresponde” y “nadie tiene que apañar lo que esté fuera de la ley”. Asimismo agregó: "No se puede hacer un linchamiento mediático por causas políticas. En la democracia no se puede, y en un Estado de derecho, menos".
Por su parte, Laura Machado dijo que su bloque del PRO intentará "sacar ese último párrafo de la Ley de Fueros para que nunca más en este país se sienta en la calle que nosotros acá adentro tenemos privilegios", y dejó en claro la postura respecto de su voto: “vamos a autorizar el allanamiento de manera simple y llana tal como debería autorizarse para cualquier otro ciudadano”.
Siendo las 19.18, la misma legisladora, en calidad vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que el informe de Bonadío fue distribuido a los miembros de dicha comisión en un sobre, a lo cual Pino Solanas, quien había terminado de exponer su cierre, le replicó que reclamó “tres veces” el informe sin lograr recibirlo.
A su turno, la legisladora riojana Inés Brizuela y Doria se posicionó a favor del allanamiento sin condiciones, argumentando que "nunca los fueros pueden usarse como escudo para protegerse, o para garantizarse impunidad, frente a la investigación en una causa judicial por delitos que nada tienen que ver con el cumplimiento de la función de representación que aquí ejercemos”.
La postura fue replicada por la mandocina Anabel Sagasti, quien calificó de "un verdadero show que tiene todos los condimentos para la cobertura mediática”; calificó los allanamientos de “espectaculares” con transmisiones “en vivo”, “detenidos y arrepentidos", y pidió que se garantice “la intimidad de una ciudadana de la Nación”, en referencia a Cristina Kirchner.
El mismo lineamiento siguió la senadora de Misiones, Maggie Solari: Nunca he visto una causa online como esta. Todo el mundo tiene acceso a toda la información. Como legisladora no voy a poner en tela de juicio si la medida que toma el juez es buena o mala pero sí voy a mirar con cuánto resguardo lleva la causa”.
Luego llegó el turno de Esteban Bullrich, legislador por la provincia de Buenos Aires, quien tuvo encendidas palabras para manifestar su voto a favor: “Que los fueros nos sean utilizados para entorpecer una investigación judicial que se ha visibilizado mucho porque la corrupción pega muy hondo en el sentido de ciudadanía de una sociedad”.
El discurso de Cristina
Llegado su turno, Cristina Kirchner calificó de “inédito” el allanamiento ordenado por Bonadio, y comenzó desmintiendo el argumento que comparaba la causa de los cuadernos con la investigación que en 2001 se llevó adelante por sobornos en el senado: “No es cierto que en 2001 se allano a un senador”, en relación al legislador Emilio Cantarero: “Fue el mayor escándalo de corrupción institucional de la historia. Y lo único que se hizo fue una inspección ocular”, dijo la senadora.
Volviendo al presente, dijo que “18 años después, tengo que decir que estamos ante un grave problema político: estamos conviviendo a diarios con titulares (en relación a los medios de comunicación)” y agregó: ¿Ustedes creen que los que hablan como arrepentido estan diciendo la verdad?”, interrogó.
Luego, hizo referencia a la acusación del empresario Gabriel Romero de haberle pagado 600 mil pesos por el decreto de la hidrovía: “No es un empresario K, ni tiene cercanía con los k. Empezó cuando le vendieron los talleres de Emepa en Chascomús. No en El Calafate ni en Río Gallegos. Ni existíamos nosotros”, dijo.
En relación a la causa concreta de los cuadernos, la ex presidenta remarcó que “hay una instrumentación del poder judicial que “consagra la persecución” en su contra. “Tengo seis causas abiertas, cuatro de asociación ilícita. Durante cuatro años machacaron que era socia de un empresario de Santa Cruz y de otro empresario de medios”, dijo.
Claramente se refería a Lázaro Baez y Cristobal López, a los que hizo referencia: “Estos empresarios no aparecen en las fotocopias", remarcó, y dijo: "¿Saben por qué no están en ninguna línea? Porque cuando armaron eso los empresarios ya estaban presos, no era necesario ponerlos”.
Al respecto, la ex mandataria señaló que “si se quiere investigar, que se haga una auditoría global de la obra pública. De toda, no de la que Iguacel, actual ministro de Energía, eligió, únicamente en vialidad y únicamente en la provincia de Santa Cruz”.
Luego se refirió al Juez Bonadío, al que calificó como un “títere” de un “modelo regional que podemos estar viendo en Brasil”, dijo, comparando su situación con la del ex presidente Lula.
“Yo he soportado todas las criticas y no puedo decir una palabra porque todo el mundo se molesta. Saltan como leche hervida. Todos son muy democráticos en tanto y en cuanto se la democracia y la amplitur de ejerza sobre otros y no sobre las propias conductas” dijo visiblemente molesta. “No es necesario recurrir a los métodos que se vivieron durante la dictadura, donde había que suprimir al adversario cuando éste era indomable. Hoy hay otra forma de desaparición: la eliminación mediática”, agregó.
En la parte más encendida de su discurso, arremetió contra lo que consideró una “persecución judicial”: “Si creen que con los Bonadio y los desafueros me voy a arrepentir? No. No me arrepiento. En todo caso me arrepiento de no haber sido suficientemente inteligente o amplia para convencer y persuadir de que lo que estábamos haciendo, con errores o aciertos. había mejorado la vida de millones en la República Argentina", avisó.
Asimismo la ex mandataria tuvo palabras picantes para las líneas internas del peronismo, al que calificó como “intenso fuego amigo”: “Estoy seguro que si mañana me parte un rayo y solo quedan esparcidas mis cenizas, seguro que muchos no llegarían con el voto popular a ser presidentes", dijo.
Picheto recogió el guante
Luego del discurso de Cristina tomó la palabra quien supo, según sus palabras guardar “estricta disciplina” a su líder política: Miguel Pichetto. El senador consideró que, desde su bloque, se tuvieron todos los cuidados acerca del procedimiento judicial, con “delicadeza y responsabilidad institucional” y luego se refirió a su inocencia en la causa de los cuadernos: “Espero que sea verdad lo que ha dicho”.
"Se puede ser candidato en la Argentina hasta que haya sentencia firme con principio de cosa juzgada porque rige el principio de inocencia, entonces quédese tranquila que seguramente usted va a poder ser candidata en 2019, no se haga problema", lanzó, y agregó: "Además, ¿sabe qué? No vamos a hacer lo de la Cámara de Diputados, que cuando se trató el desafuero de un exministro del Gobierno (Julio De Vido) durante doce años, los parlamentarios no bajaron a dar el debate; creo que la prisión preventiva es una pena anticipada y que la regla es la libertad", expresó el senador.