El Gobierno de Mauricio Macri publicó en el Boletín Oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 967/18 que establece como feriado el día viernes 30 de noviembre de 2018 en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, con motivo de la celebración de la Cumbre de Líderes del Grupo de los 20.
Las intenciones de declarar el feriado por única vez ya se conocían. De hecho, hace meses que el Ejecutivo trabajaba en una vía legislativa para aprobarlo y ya tenía, incluso, dictamen de comisión en Diputados. Daniel Lipovetzky estaba a cargo de la iniciativa. Pero ahora, a exactamente un mes de la Cumbre -que se celebrará el viernes 30 de noviembre y el sábado 1 de diciembre- la tarea legislativa parece empantanada en el Presupuesto. Para el Gobierno, esta es una medida necesaria y el escenario en el Congreso no era "óptimo", por eso se decidió ir por el DNU.
El decreto sigue los mismo fundamentos que el proyecto de ley que se estaba tratando, que "se minimice el impacto urbano producto de la disminución de la circulación de las personas y se favorezca la ejecución de todas las tareas que resultan necesarias para el desarrollo exitoso de la cumbre".
La idea es promover que los porteños aprovechen el fin de semana largo, salgan de la ciudad y así faciliten la logística que –aun con una ciudad semi desierta- será muy complicada. Es que los principales líderes del mundo, como el norteamericano Donald Trump, la alemana Angela Merkel o el ruso Vladimir Putin, tendrán que circular desde sus alojamientos hasta el predio de Costa Salguero, donde se celebrará la Cumbre. Articular los traslados de los presidentes, de todas formas, sigue siendo un desafío.
Cuando se decidió que la cita fuera en Costa Salguero, uno de los factores determinantes fue que no era una zona residencial, por lo que no había que redireccionar vecinos antes del evento. Con el feriado, en principio, se resuelve la descongestión de la zona propia de un día hábil.
Eso sí, si los porteños deciden viajar ese fin de semana no podrán hacerlo desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, que sufrirá restricciones durante la cumbre: entre las 15 del jueves 29 de noviembre y las 22 del sábado 1 de diciembre se encontrará inhabilitado para operaciones civiles y comerciales, quedando reservado para aeronaves que transporten a presidentes, jefes de delegaciones o comitivas de países miembro u organismos internacionales, o militares.
La medida alcanzará también a los aeropuertos de El Palomar, San Fernando y Morón, además de los aeródromos y helipuertos que se encuentran dentro de un radio de espacio aéreo de 25 kilómetros de Aeroparque. El Palomar, como excepción, mantendrá únicamente operaciones aerocomerciales hasta las 20 del 29 de noviembre.
Aunque no estará inhabilitado, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza también podrá ver afectadas sus operaciones por ser el punto de llegada y de partida de algunas delegaciones. Todos los aeropuertos podrán volver a operar con normalidad a partir de las 22 del sábado 1 de diciembre, cuando la Cumbre de líderes del G20 ya haya finalizado.
Desde la organización del G20, calculan que el evento concentrará unas 7.000 personas, entre ellas presidentes, ministros, funcionarios políticos y cerca de 2.500 periodistas.
Aunque no aparece en los fundamentos, el feriado también podría servir para desmotivar las protestas contra la Cumbre, que contará con un gran despliegue de seguridad. Unos 20.000 efectivos de la Policía Federal Argentina, Gendarmería, Prefectura y PSA, más la Policía de la Ciudad y la Policía de la Provincia de Buenos Aires participarán del operativo.