Especialistas invitadas expusieron sus puntos de vista y aportes en una nueva jornada de debate en el marco de un plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo, y Mujeres, Géneros y Diversidad.

La Cámara de Diputados reanudó hoy la discusión del proyecto de ampliación de licencias maternales, paternales y parentales, en tanto que ya asoma en el horizonte cercano una próxima reunión de comisiones para dictaminar.

El objetivo de la iniciativa es sacar al país del atraso normativo en el que se encuentra en esta materia. En el borrador, que surgió a partir de los aportes de 50 iniciativas presentadas en la materia, se propone extender las licencias por paternidad de los exiguos dos días que establece la legislación vigente a 45 días, en tanto que las licencias por maternidad pasan de 90 a 126 días, y las de adopción quedarían en 90 días.

Este miércoles se desarrolló en el edificio anexo de la Cámara baja una nueva jornada de debate con especialistas invitados al plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo, y Mujeres, Géneros y Diversidad.

La primera experta invitada a tomar la palabra fue la coordinadora de Mujeres, Género y Diversidad de la Fundación Alem (UCR), María Orseniego, quien felicitó la búsqueda de incorporar a monotributistas dentro de los beneficiarios.

En efecto, la normativa propuesta reconoce el derecho de monotributistas, monotributistas sociales y trabajadores autónomos, a quienes se les otorgará una asignación que consistirá en el pago mensual del salario mínimo vital y móvil.

"Estamos en un país que no está generando empleo genuino y formal. No estamos ni en el 2007 ni en el 2010", subrayó, explicando de esa forma la importancia de no solamente contemplar la situación de los empleados en relación de dependencia.

En tanto, la representante del radicalismo sugirió incorporar al proyecto alternativas para el regreso de los y las trabajadoras una vez cumplida la licencia.

"Nos gustaba en el proyecto de equiparación salarial que había presentado el gobierno de Cambiemos, que proponía cuatro posibilidades de como volver al trabajo. Se planteaba la opción de volver con home office, con jornada reducida, con reasignación de tareas y la excedencia en sí misma (extensión de la licencia sin goce de sueldo)", indicó.

Y agregó que "esto sería una buena solución ya que es mejor elegir cómo volvemos y no solamente contar con dos opciones que son volver o la excedencia".

Para Orseniego, se trata de que "las familias planifiquen estas licencias de una manera más libre de acuerdo a su propia conformación, sus propios trabajos y sus propias decisiones" a la hora de organizarse.

Por otra parte, pidió corregir la diferencia que en el anteproyecto se plantea entre los 90 días de licencia para los padres adoptantes y los 126 días para personas gestantes. "No debería haber ninguna diferencia", consideró.

Al respecto, sugirió descontar los días de trámites previos a la adopción de la licencia total de 126 días.

A su turno, la referente de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas, Cynthia Benzón, valoró la iniciativa para modificar la ley de Contratos de Trabajo que ya lleva casi 50 años de su redacción y que en su origen "contemplaba el lugar de la mujer básicamente como reproductora de la fuerza de trabajo".

"Pasaron casi 50 años con avances muy significativos que reconocen que asignar las tareas de cuidado exclusivamente a las mujeres son violaciones a los derechos humanos. O sea que claramente no podemos tolerar seguir manteniendo el régimen de licencias de la ley de contratos de trabajo", opinó.

Para la abogada, "es fundamental desfamiliarizar los cuidados", lo cual aclaró que "no significa entregar a los hijos para que otros se ocupen" sino que ese trabajo de cuidado "esté distribuido de manera equitativa entre la familia, El Estado, la comunidad y las empresas".

"El empresario puede obtener la rentabilidad que desea siempre y cuando el trabajador y la trabajadora vayan todos los días en condiciones de generar esa riqueza que se va a apropiar. Para que eso ocurra sí o sí debe haber alguien en casa que haga el trabajo de cuidado. Y si el empresario tuviera que pagar un sueldo por ese trabajo de cuidado no renumerado su rentabilidad se vería reducida", explicó Benzón para salir al cruce de las críticas sobre las supuestas cargas adicionales para el empleador que supondría la ampliación de licencias.

Por último, la especialista recomendó que la licencia por violencia de género no sea concedida en días corridos (la iniciativa propone 15 días corridos prorrogables por otro período igual) porque la violencia doméstica suele ser reiterativa y no aislada.

También pidió incluir en la redacción de la ley una licencia por terapias de hormonización, porque "no podemos seguir patologiazando" las identidades de género alternativas.

Por su parte, la secretaria de Género de la CTA, Yamile Sokolovsky, consideró que "este proyecto es un paso fundamental que debe inscribirse en una perspectiva política que profundice la toma de decisiones colectivas para garantizar que exista pleno empleo para todos, todas y todes".

Le siguió en el uso de la palabra la directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia, Natalia Gherardi, quien destacó "la incorporación de las personas trabajadoras que se desempeñan de manera independiente", como monotributistas y autónomos, que "accederían por primera vez al derecho de contar con tiempo para el cuidado a través de la creación de asignaciones parentales a cargo del Estado".

"El proyecto es verdaderamente transformador. Inicia un recorrido para incorporar una dimensión del derecho al cuidado que promueve la igualdad entre personas trabajadoras más allá de las condiciones de empleo y esto es un avance en el reconocimiento a la universalidad de cobertura", enfatizó.

Entre los aportes, la abogada y docente feminista consideró que no debiera tratarse de manera conjunta la violencia de género y la violencia laboral" como está estipulado en el anteproyecto porque "son dos fenómenos distintos que se activan por razones diferentes".

A su criterio, "lo verdaderamente transformador será la creación de un sistema integral y federal que reconozca las distintas dimensiones de cuidado incluyendo no solamente los tiempos sino la creación de servicios e infraestructuras desde un enfoque de derechos".

No obstante, Gherardi reconoció que la ampliación y creación de nuevas licencias "es un primer paso fundamental".