Hace aproximadamente un mes y medio funciona en Paraná el colectivo “Resistencia alimentaria”, que promueve la compra de alimentos a precios accesibles. De esta forma se constituyó una red “a la que todavía le estamos encontrando la forma”, indicó a AIM Eduardo Pividori, integrante de la red de compras de ese espacio.
Pividori explicó a esta Agencia que aunque “llevamos apenas un mes y pico de la primera convocatoria y vamos encontrando la forma de llevarla adelante, esto no es un club de ´Compre barato´. Sí vamos a acceder a precios más baratos, pero necesitamos poner en discusión el derecho al alimento, porque con la comida no se jode; nuestros sectores populares están pasando hambre y tenemos que trabajar para torcer el brazo de esta situación”.
Además, agregó que “ante la gravedad de la situación que vivimos, porque a todos nos pega la crisis, nos incorporamos a esta propuesta sin saber muy bien como iba a funcionar”, manifestó y agregó que mientras la red crece y se incorpora mucha gente “descubrimos que teníamos una comunidad de ideas, todos una concepción parecida de lo que significa el derecho al alimento, la gravedad de la situación o lo mal que la están pasando sobre todo los sectores más vulnerables, más populares”.
Por eso, “entendimos que lo que llevamos adelante tiene que constituirse en una red de resistencia: no solo aglutinarnos para trabajar por este beneficio de compras comunitarias y llegar al alimento de forma mas accesible, sino también como un espacio de resistencia que discute lo que nos está sucediendo, la enorme y perversa transferencia de ingresos de los sectores populares a los grupos concentrados y formadores de precios”.
Para Pividori, es importante “denunciar como se forman los precios, porque esto es una realidad. Si nosotros podemos acceder a mercaderías mucho más baratas, quiere decir que hay una red de intermediación que con una avaricia enorme y un egoísmo tremendo, lo que hacen es concentrarse solamente en la transferencia de ingresos”.