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Rociar con un espray especial un objeto para convertirlo en una antena

La expansión del concepto de internet a multitud de objetos físicos, lo que se conoce como la "Internet de las Cosas", implicará que vehículos, electrodomésticos, equipamiento de fabricación, puentes y demás infraestructuras, objetos de muy diverso tipo e incluso ganado, tengan sensores que envíen información directamente a servidores en red, ayudando así en labores de mantenimiento y coordinación.

El material denominado MXene es tan eficiente en su función que basta rociar con él un objeto para convertir a este en una antena. (Foto: Drexel University / Kanit Hantanasirisakul)
El material denominado MXene es tan eficiente en su función que basta rociar con él un objeto para convertir a este en una antena. (Foto: Drexel University / Kanit Hantanasirisakul)

Pero antes de que eso se convierta en una realidad, habrá que solucionar el problema de integrar a la perfección la tecnología de conexión, es decir, las antenas, en cosas flexibles y que cambian de forma.

Un avance del equipo de Kapil Dandekar y Asia Sarycheva, de la Universidad Drexel en Estados Unidos, podría hacer que instalar una antena en un objeto sea tan fácil como aplicar un aerosol contra insectos.

Dandekar y sus colaboradores han desarrollado un método para generar mediante rociado antenas tan delgadas que resultan invisibles a ojo desnudo. Estas llamativas antenas están hechas de un tipo de material bidimensional metálico llamado MXene, y se desempeñan tan bien como las miniantenas que están siendo utilizadas en dispositivos móviles, enrutadores inalámbricos y otros dispositivos.

Las características excepcionales del material le permiten transmitir y dirigir ondas de radio, incluso cuando se aplica en forma de un recubrimiento muy delgado.

Los investigadores han comprobado que incluso antenas transparentes con grosores de meras decenas de nanómetros son capaces de comunicarse de forma eficiente. En las pruebas realizadas, se constató que incrementando el grosor hasta los 8 micrones, el rendimiento de la antena de MXene alcanzaba el 98 por ciento de su valor máximo esperado.

Conservar la calidad de transmisión en una antena tan delgada es algo notable, porque permitiría integrar antenas, y además de manera facilísima, en una amplia gama de objetos y superficies sin añadir peso adicional de circuitería o precisar de un cierto nivel de rigidez.

Esta tecnología podría dar pie a una integración realmente sin problemas de antenas con objetos cotidianos que serán esenciales para la emergente Internet de las Cosas, tal como enfatiza Dandekar.

Ncyt.-

antena ingenieria

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