La nueva presidenta de la Cooperativa Agrícola de Productores del Delta habló sobre las metas en las cuales trabajaran en una nueva comisión que se caracteriza por sumar a jóvenes productores. Silvia es la primera mujer presidente de una Cooperativa Agropecuaria de Entre Ríos.
La Cooperativa que tiene su sede en Villa Paranacito suma 92 años de vida y es una de las más antiguas de la provincia. Previamente a la reunión mensual, Silvia, en el muelle que pertenece a la entidad, señaló que “asumimos este desafío con mucha responsabilidad para brindarles respuestas y cumplir las expectativas de los productores que están nucleados en una cooperativa que tiene su historia con la llegada de los inmigrantes, nuestros mayores que hace 92 años fundaron la Cooperativa”.
Detalló que la institución nació en “tiempos en que se fundaron muchas Cooperativas, algunas de las cuales ya no están, pero esta perduró en el tiempo”. Indicó que el “fin es poder nuclear a todos los vecinos de la zona, y apoyar, fundamentalmente, a los más chicos, a los de menor escala. Trabajamos para que los productores puedan entregar su producción maderera y desde la cooperativa hacer las ventas a papel prensa como viene ocurriendo hace varios años. Queremos priorizar al pequeño productor, aquel que tiene una quinta de 20, 30 hectáreas y tiene madera para corte. Que a veces no tiene la mano de obra necesaria y lo hace el mismo, vendiendo en la Cooperativa con los beneficios que esto le implica. Después está el que tiene 300 o más hectáreas con una producción diversificada como forestación y ganadería, una producción, la última, a la que no se le ha prestado la atención debida. Tenemos muchas propuestas de integrantes del Consejo, cómo la de jóvenes que vienen con nuevas ideas de lo que es producir en la zona, jóvenes que nos han inyectado muchas energías”.
“También tenemos nucleados a los apicultores y a los de nuez pecán que producen en una escala menor. Contamos con un almacén de productos e insumos agropecuarios que utilizan quienes trabajan, en distintas labores, en las islas, además quienes lo deseen pueden comprar miel y nuez pecán envasada de la zona”, resaltó.
Dijo que “uno ve los apellidos de la gente que ha pasado y de los que están en la cooperativa y todos están involucrados, de una y otra manera, con los inmigrantes que le dieron vida a la entidad. El legado que nos dejaron es el de querer seguir con lo que ellos propusieron en su momento”.
Dijo que el “ser la primera mujer presidente de una cooperativa es algo que no había tomado en cuenta. Tengo una larga trayectoria. Primero como vocal, luego como secretaria y ahora como presidenta. Pero somos un grupo de trabajo y a mí me toca estar al frente, pero nada más que eso, no hay distinción. Todos tiramos del mismo carro ocupando distintos cargos como el de la Med. Vet., Rita Fernández quien es tesorera del Consejo”.
Sobre el desarraigo que es moneda común en el campo indicó: “mucha gente ha dejado la isla por un tema de inundaciones recurrentes y falta de comunicación”. Señaló que “tenemos un área muy amplia de trabajo, pero con menos productores que décadas pasadas, especialmente en el sector maderero en donde la baja de productores es cada vez mayor. Quedan dos aserraderos de los treinta y cuatro que supo haber en funcionamiento, en parte porque la madera se traslada en bruto a papel prensa”.
Sobre la ganadería dijo que “mucha gente entre la que me incluyo, pasamos de la producción maderera exclusiva a la ganadera. Es una zona que se engorda bien por la calidad de los pastos y la humedad reinante en la zona con sudestadas que bañan los campos cada tanto.
Las metas
Tener un muelle de carga y descarga es clave para la producción y para todo Paranacito. La Villa no lo tiene y necesitamos lugar de carga y descarga de la producción. Nosotros lo estamos impulsando en una propiedad sobre el Río Paranacito arriba. Recuerdo que en la última creciente en 2016, sacamos los animales de la isla como podíamos, se los dejaba en la calle, se mezclaban los rodeos en lo que terminó siendo un caos, ya que no tenemos corrales, instalaciones para hacer frente a una contingencia de semejante naturaleza. A ciencia cierta no sabemos cuánto tiempo tenemos para hacer realidad un lugar de carga y descarga que tanto se necesita, porque el año que viene nos toca un período Niño. Hicimos un pedido especial al Intendente, Gabriel García, para el proyecto que contempla enaltar el camino principal que consta de dos kilómetros para la zona de carga y producción que contempla la construcción de muelles, corrales, manga para la ganadería”. Cerró diciendo que “el pequeño productor que tiene diez vacas no puede llenar un camión, pero junto a otros productores puede trasladar sus animales hasta los corrales que estarían en la zona del muelle que tenemos en carpeta y ahí los podría cargar con destino a remate o a otro campo”.
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