El Gobierno nacional monta instituciones educativas públicas con paredes de madera, registró AIM. “Lo que está a la vista en la construcción de estos jardines es la precarización en su máxima expresión”, advirtió el secretario adjunto de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) Paraná, Claudio Puntel.
El Gobierno de Mauricio Macri avanza en un programa que apuesta al desmantelamiento del sistema educativo público. El proyecto a corto plazo lo exponen los jardines descartables que está montando el Estado nacional, con materiales precarios.
“Hay una actitud de abandono por parte de los gobiernos, tanto el de la nación, como el de la provincia. ¿Cuántas escuelas de aquél anuciado programa de 700 escuelas alcanzaron a construir? ¿Cuántos años de lucha nos llevó conseguir que arrancaran las obras en escuelas como la Rivadavia, Záccaro, 25 de mayo, Bartolomé Mitre, Bazán y Bustos, entre otras? Todas ellas con obras demoradas, utilizando espacios en edificios prestados, perdiendo gran cantidad de alumnos por el estado de obra. E, inclusive, las que fueron entregadas, cuentan con grandes falencias y defectos”, dijo Puntel a esta Agencia, quien precisó: “Sin dudas, la situación edilicia de la escuela pública es una de las grandes deudas del gobierno y uno de los déficits más injustificables”.
“Lo que está a la vista en la construcción de estos jardines es la precarización en su máxima expresión. Es todo un símbolo que la inversión en estos salones destinados a los niños que dan sus primeros pasos en la escuela pública sea tan ínfima y destinada a construcciones endebles. ¿Cuánto tiempo pueden durar estas paredes de cartón?”, remarcó el docente.
En ese sentido, consideró que la única ventaja que tiene este sistema de construcción con paneles “es la velocidad, lo que en caso de una emergencia, lo justificaría. Pero de ningún modo se puede pensar que estos salones están pensados para la posteridad”.
“Y tampoco faltó el escándalo por la corrupción y el afano en este programa de los 3.000 jardines de infantes. Estas obras fueron adjudicadas en 2016 y para el año pasado debían estar terminadas. Muy pocas fueron concluidas en todo el país, aunque tienen un plazo de ejecución de unos pocos meses”, destacó.
Para Puntel, “esto demuestra la plena vigencia de nuestra lucha en reclamo por la situación de edilicia y estructural de nuestros edificios escolares y por la necesidad de mobiliario y equipamiento”, ya que recordó: “Hace años venimos reclamando la declaración de la emergencia edilicia en Entre Ríos, para que el Gobierno destine un presupuesto especial a este aspecto. Lejos de escuchar el reclamo, la respuesta que nos dan son estos aulas de cartón, como si fueran de juguete. Por ello, nuestra lucha es sostenida e infatigable”