Hace 18 años, vecinos de la ciudad de Viale vieron por última vez a Rubén Gill, a su esposa Margarita Gallego y a sus cuatro hijos, quienes desde entonces están desaparecidos sin ningún dato sobre su paradero.
Los Gill fueron vistos por última vez en el velorio de un hombre de apellido Vega, al que habían asistido en Viale, a 20 kilómetros del puesto de la estancia "La Candelaria" en Crucesitas Séptima, que atendía "el Moncho" Gill.
A partir del 14 de enero de 2002, el puesto de la estancia de Alfonso Götte en Crucesitas estuvo abandonado como si la hubieran dejado por unas horas. Tenía las puertas abiertas y estaban las luces y el televisor encendidos. Pero seis años después no han regresado ni nadie sabe nada de ellos.
Hasta el 13 de enero entraron y salieron llamadas desde el teléfono celular de Margarita y nunca fue a retirar su sueldo en la escuela donde era colaboradora en la cocina.
La familia desaparecida estaba integrada por Rubén Gill, que tenía entonces de 56 años, su esposa Norma Margarita Gallegos de 26 años, y sus hijos de 12, 9, 6 y 4 años.
En su momento, el querellante Elbio Garzón dijo que la familia había recibido escaso apoyo de las autoridades provinciales en comparación con otros casos, más resonantes pero no más importantes, como el de Fernanda Aguirre.
Garzón admitió no tener dudas de que Rubén Gil murió, pero no se puede probar porque no ha aparecido el cuerpo.