Personal del Ministerio de Salud e investigadores del Conicet monitorearán al ratón colilargo, principal transmisor de hantavirus. Las acciones tendrán lugar en paraje La Argentina, del departamento Islas del Ibicuy. Además se brindará una charla sobre el estudio a realizar y la enfermedad. [{adj:60694 alignright}]
El Ministerio de Salud, a través de personal del Programa Zoonosis y Vectores de la Dirección de Epidemiología, e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnológicas (Conicet) desarrollarán acciones para capturar al roedor transmisor de hantavirus en el departamento Islas del Ibicuy. El monitoreo se realizará durante una semana, desde el 21 al 25 de octubre, en paraje La Argentina que se encuentra a 110 kilómetros de la capital.
Por otro lado, se llevará a cabo una charla para brindarle información y tranquilidad a la comunidad acerca de la enfermedad. La misma estará a cargo de Jerónimo Garcilazo Amatti, responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Control Vectorial; y la doctora Isabel Gómez Villafañe, bióloga de la Universidad de Buenos Aires. La actividad tendrá lugar el lunes 21 de octubre a las 10, en Punto Digital Ibicuy, participará personal del hospital Behring y estará destinada a personal de salud; pescadores; trabajadores rurales y público en general.
En esta línea, Jerónimo Garcilazo Amatti, explicó: “La actividad se hace en el marco de una investigación por el caso de un paciente fallecido por Hantavirus en el departamento. Elegimos esa zona porque el individuo vivía allí y arriaba ganado a la isla”.
Además, agregó: “Teniendo en cuenta lo mencionado, es muy importante constatar cuál es el hábitat del animal para saber dónde se pudo contagiar el paciente. Esto sirve como precedente al resto de la población para que tengan conocimiento de las zonas en las que deben tener cuidado”.
“Esta jornada se puede considerar como un estudio poblacional de la especie. Y es el puntapié inicial para afinar nuestras recomendaciones para la sociedad y así lograr que tomen conciencia de la presencia de la enfermedad”, finalizó.
Metodología
La actividad consiste en la colocación de trampas específicas para esta especie, dispuestas en momentos precisos de la jornada (se instalarán en la tarde-noche y se retirarán en las primeras horas de la mañana); esto es así porque se tienen en cuenta los horarios del roedor.
Posteriormente se llevará adelante, según el médico veterinario epidemiólogo, el sangrado de los animales que consiste en tomarle pequeñas muestras de sangre y órganos para su análisis en el Instituto Carlos Malbrán.
En esta línea, Garcilazo Amatti destacó: “Con esto certificamos la presencia del roedor en la zona y con las pruebas constatamos que tengan anticuerpos de Hantavirus, lo que significa que son ellos la fuente de contaminación”.
La enfermedad
El hantavirus es una patología viral aguda grave, caracterizada por una fase de incubación de 2 o 3 días a 45 máximos. Los principales síntomas son: fiebre, dolor muscular y de cabeza, fatiga general, y en ocasiones, vómitos y diarrea. Esta enfermedad evoluciona rápidamente a una fase cardiopulmonar, en la que se presentan complicaciones respiratorias y alteraciones hemodinámicas graves.
La causa más frecuente de transmisión es por inhalación. Ocurre cuando la persona respira en lugares abiertos o cerrados (como galpones, huertas o pastizales) donde la materia fecal o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente. La prevención pasa por evitar asistir a este tipo de lugares. Sin embargo, en caso de tener hacerlo, se recomienda usar barbijos.
En cuanto a los ambientes, la recomendación es abrir todas las ventanas, dejar que entre el sol y echar agua con lavandina para inactivar el virus. Mientras que, si se debe andar por la naturaleza, es aconsejable seguir por los senderos y si se va de camping, al momento de colocar las carpas, hay que fijarse que no haya madrigueras o nidos cerca.