Dos proyectos ingresaron en la Cámara de Diputados con el objetivo de establecer regulaciones específicas en accesibilidad para personas no videntes y beneficios para los consumidores en general, supo AIM. Uno, para que los negocios de alojamiento y gastronomía de la provincia, exhiban en sistema Braille las opciones y tarifas de sus productos y servicios. Otro, para que los comedores y cafeterías pongan a disposición del cliente los productos ya abonados pero que no sean consumidos en el momento.
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Ambos proyectos fueron girados anoche a la Comisión de Legislación General y tendrían a la Dirección de Defensa al Consumidor como autoridad de aplicación. El proyecto de accesibilidad para no videntes fue presentado por el diputado Alejandro Bahler (Frente Renovador), y establece: “Los comercios de los rubros gastronómico y hotelero, como restaurantes, confiterías, bares, cafés, rotiserías, casas de té y demás locales que se dediquen a tal fin y hoteles, cabañas, bungalows, Apart hotel, en todos sus modos y categorías deberán exhibir en forma obligatoria cartas y/o menús, y tarifas de alojamiento en sistema Braille”
La iniciativa exigiría al menos una carta informativa por negocio que esté escrita en este lenguaje en los servicios de alojamiento, y un 10 por ciento en las cartas para el establecimiento gastronómico que cuente con más de 10 mesas.
Por otra parte, el artículo 3 establece que el tamaño de las hojas en Braille “deben ser iguales a las cartas impresas en escritura convencional, y deberán contener el nombre o denominación de los platos, descripción de los ingredientes de los mismos, como así también el listado de las bebidas ofrecidas”. En el caso de la hotelería, deberá contener “la descripción de los servicios ofrecidos para cada caso y valores de costo a cobrarse”.
Para el caso de los platos ocasionales, conocidos como “menú del día” u otras ofertas, no se exigirá escritura Braille sino una clara información verbal por parte de los encargados del negocio hacia la persona no vidente.
A favor del consumidor y en contra del derroche
Por su parte, la iniciativa presentada por Esteban Vitor (Cambiemos), busca que los negocios gastronómicos pongan a disposición de sus clientes los productos abonados y no consumidos en el momento. Si bien son muchos los establecimientos que actualmente cumplen con este servicio, el proyecto busca que esta opción sea comunicada a los clientes: “Los establecimientos gastronómicos habilitados que expendan y sirvan comidas en locales cerrados o espacios abiertos harán saber al cliente que puede optar por retirar los alimentos que no haya consumido”, reza el artículo 1 de la iniciativa.
De esta forma, las cartas de menú, “cartel y/o el instrumento de publicidad que utilice el establecimiento gastronómico debe informar en lugar destacado y visible, con letras claras e inequívocas, el derecho del comensal o cliente al retiro de los alimentos no consumidos y a que éstos le sean entregados en debida forma”, dice el texto.
El proyecto, al que tuvo acceso AIM, se fundamenta en lograr acciones que disminuyan los desperdicios de comida: “En la conciencia colectiva de estos últimos tiempos ha ido creciendo en importancia la necesidad de disminuir los desperdicios y el derroche de alimentos aptos para el consumo humano”.
Asimismo, el texto original del proyecto fundamenta: “La presencia a cada paso de situaciones de desigualdad avergüenza a un sector de la sociedad que consume sólo una porción de los alimentos que adquiere desechando las sobras aún cuando éstas estén en buen estado y existan personas con necesidades alimentarias insatisfechas que podrían aprovecharlas”.