El 26 de noviembre de 1948 el Parlamento irlandés aprobó la total independencia y la separación del Reino Unido de la Gran Bretaña. Hasta la declaración de la República de Irlanda totalmente independiente de Inglaterra, que la dominó durante siglos, hubo desde diciembre de 1921 un Estado libre irlandés, semindependiente.
Los ingleses, fiel a la política que sostuvieron en toda su etapa imperial, dejaron un enclave en Irlanda del Norte, que permanece ocupada por ellos. Lo mismo hicieron cuando debieron abandonar el Medio Oriente y crearon el estado de Israel, cuando dejaron la India y separaron Pakistán o cuando separaron la Banda Oriental de la Argentina.
La tendencia de los irlandeses a la soberanía tomó forma política en 1880 con la demanda del Home Rule o autogobierno y se exacerbó con la guerra de la independencia a partir de 1912. Luego el Ira llevó a cabo una larga serie de atentados porque los ingleses maniobraban fingiendo ceder pero no lo hacían. Finalmente, en el declive final del Imperio Británico, Irlanda obtuvo su independencia.