Este martes su cumplen 10 años de una noche que cambió la historia de la política nacional. Aquel 17 de julio de 2008, el entonces vicepresidente Julio Cobos volteó con su voto "no positivo" la resolución 125 que establecía retenciones móviles para las exportaciones de origen agropecuario, medida que había desatado un fuerte conflicto con el sector del campo en todo el país.
"Todos creíamos que ganaba el voto a favor de la Resolución 125. El que definía era Emilio Rached. Habló conmigo el día anterior y me dijo 'voy a tener que acompañar'. Llegó el día de la sesión y de repente veo que se levanta y va a mi oficina y les dice a mis colaboradores que iba a votar en contra. Ahí supe que tenía que desempatar yo", recordó el mendocino en una entrevista.
Cobos aseguró que no creyó que tuviese que desempatar esa noche, pero que siempre tuvo claro que iba a votar en contra de la 125. "Sabía que la situación estaba muy complicada en la calle. Obviamente en el momento puede haber factores que influyan en esa decisión. Antes de votar se lo comunico a José Pampuro y a Alberto Fernández. Les pido que Miguel Pichetto pida un cuarto intermedio porque hay empate y el campo también estaba desgastado. Era fácil resolverlo", reveló.
Además, contó que una senadora le propuso ausentarse del momento de la votación y dejar a cargo de la sesión a Pampuro, para que sea éste el encargado de desempatar. "Yo la saqué volando (...) Eso era no asumir una responsabilidad, no. Eso quería Pampuro pero no lo dejaron tampoco", recordó.
Voto "no positivo"
Aquella noche de 2008, tras una maratónica sesión, y un desgastante conflicto entre el Gobierno y la Mesa de Enlace del campo, Cobos definió la suerte de la resolución 125. Textual: "La historia me juzgará, no sé cómo. Pero espero que esto se entienda. Soy un hombre de familia, con una responsabilidad en ese caso. Esto no quiere decir que estoy traicionando a nadie. Estoy actuando según mis convicciones. La pido a la presidente de todos los argentinos que envíe un proyecto alternativo contemple todo lo que se ha dicho, lo que se ha planteado afuera y aquí mismo. Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra".
Sobre la expresión "no positivo", el exvicepresidente de Cristina de Kirchner, explicó: "Fue lo que salió en el momento. Es que no estaba pensando en un discurso. Pampuro me dice, 'trata de estirarlo como puedas que yo veo si convenzo al bloque'. Pero cuando me dice que no, empiezo a hilvanar algo". Y después de votar sintió: "Ya está, que sea lo que dios quiera. Fui a mi oficina, me tomé un café, vinieron algunos a saludarme. Quería irme a mi casa al otro día porque tenía mis dos hijas en Mendoza. Me dije, si pido un avión no me lo van a dar y si voy a Aeroparque no sé qué puede pasar. Fui a desayunar en la casa de un amigo en el centro y me fui en auto. Llegué a mi casa y yo no tomo nada, pero tomé algo para dormir y a la media hora escucho ruido a autos, bocinas, gente. Miro, y era una batería de cámaras de televisión".
Llamados en la madrugada
Cobos aseguró que esa noche recibió infinidad de llamados desde Casa Rosada. Intentaban convencerlo funcionarios como Alberto Fernández y Florencio Randazzo. Pero no atendió a ninguno de ellos. "Lo que me decía Alberto es que votara a favor y que la presidenta recibía al otro día a todas las entidades del campo. Pero eso era nada", señaló. Aquella noche ni la presidente Cristina de Kirchner, ni su esposo Néstor Kirchner, se comunicaron con él.
"Imborrable. He tenido en mi vida dos momentos difíciles. Uno fue a los 23 años con el conflicto del Beagle. Yo era subteniente y no solo estuve en la frontera sino que me movilicé a la 1 de la mañana con la misión de invadir Chile y nos frenaron justo. Le había escrito una carta de despedida a mis padres, menos mal que llegó después. Y el otro fue este. A mi me ayudó siempre la preparación física. He corrido maratones de 42 kilómetros, he practicado karate. Yo siempre dije que con el deporte me ahorro el cardiólogo y el psicólogo", dijo sobre se recuerdo de esa noche.
También recordó que un tiempo después de aquella noche volvió a encontrarse con Cristina de Kirchner, tras una carta que le escribió. "No la noté bien. Pedí hablar a solas pero estaba con Randazzo y Massa. Le di mi punto de vista, le dije, 'mirá, no todas las cosas, pero sé que hay que consultar, pero si este es un gobierno de concertación me parece que yo traté de aportar resolviendo un conflicto innecesario'. Y ella me respondió, 'no, esto se quebró, vamos a mantener sólo una relación institucional'. Había muerto el padre de la novia de mi hijo y me ofreció el avión para viajar. Randazzo quiso hablar, pero ella no lo dejó. Y Sergio anotaba todo y después me confesó: 'Yo cuando me pongo nervioso anoto porque sino parezco que me río y no quiero'. Massa hizo mucho para tratar de recomponer la relación", recordó.
Además, se refirió a un hecho preocupante que ocurrió esa noche. "Un senador del kirchnerismo el que me pidió ingresar armas. Le preocupaba el ingreso y yo le dije que iba a estar garantizado. El temor era la inseguridad. Muchos me pidieron custodia en su casa, senadores del justicialismo que votaban en contra y se las puse".