Tantos libros sagrados aseguran que hubo un diluvio universal que hay que ser muy cabeza dura para negarlo. Seguramente lo hubo, o los hubo. El problema es la congruencia.
Las versiones proceden de civilizaciones que ni siquiera se conocían entre sí y que jamás habían tenido contacto. O estaban todos locos, o hablaban de cosas distintas. Porque fechan el acontecimiento no con siglos sino hasta con milenios de diferencia y en lugares hasta antipódicos… si existiera tan estrambótica palabra. Antes de que alguien se enoje conmigo o con los textos sagrados de cualquier religión, considerá que recursos literarios como metáforas, alegorías y tantos otros, son antediluvianos. Si vos le exigís tangibilidad a todo lo que leés, te ubicás todavía más atrás en la evolución del lenguaje.
Nosotros tenemos la versión bíblica, muy detallada, romántica… y racionalmente imposible al menos en el caso del arca y de los animalitos por parejas. Si nos atenemos a Darwin, o al menos a Linneo, la nave debió ser kilométrica y aun contando con la buena disposición de los animalitos para que no se armara una carnicería a bordo, se hubiera necesitado una segunda Arca para llevar las vituallas. Pero justo para esas cosas están los milagros. Además, teniendo en cuenta que Noé tenía 600 años al comenzar el Diluvio, es justo perdonarle estas omisiones.
La iconografía se esmera con los pocos que se salvan, pero no omite la inmensa mayoría pecadora que se ahoga.
A mi manera de ver, hay un problema peor. El relato bíblico es una copia fiel del Poema de Gilgamesh que nada tuvo que ver con el Dios del cristianismo, judaísmo e islamismo, sino con el politeísmo de la Mesopotamia, aún vigente con sus naturales variaciones. Allí vemos a nuestro Noé con el nombre de Utnapishtim en Babilonia, Ziusudra en sumerio y Atrahasis en acadio. El texto mesopotámico, muy anterior a la versión hebrea, identifica a Enlil como el dios vengativo que no se molesta por los pecados sexuales, sino porque sus vecinos el piso de abajo son molestos y ruidosos. El encargado de avisarle a Utnapishtim de que ya hay tierra seca donde bajar, no es una paloma con el clásico ramito de olivo, sino un cuervo que nunca habría sido sustituido por la palomita. Por lo demás, todo muy semejante también en las versiones sumeria y acadia.
¿Porqué salvaron al virus del sida y otras porquerías?
¿Sólo por esa pequeña coincidencia querés sembrar dudas? Bueno… hay bastante más. El Poema de Gilgamesh parece también inspirado en textos anteriores y esto es de nunca acabar. En China existe el “Mito Gun-Yu”, en el que se habla de una enorme inundación que se prolongó durante más de dos generaciones. Los sobrevivientes tuvieron que emigrar a la cumbre de las montañas. La diferencia con el resto de las mitologías es que en este caso se asegura conocer la fecha exacta: 1920 años antes de Cristo, durante el reinado del emperador Yao… y no sonrías, pues tienen pruebas arqueológicas de lo que afirman.
Mucho más parecida es la versión India contenida en las Escrituras védicas, en la cual el émulo de Noé era un rey llamado Svayambhuva Manu, quien también fue advertido con anticipación… pero por un pez que dijo ser una encarnación de Visnú. Yo tampoco dudaría de lo que me diga un pez parlanchín. Pero el diluvio no venía en forma de lluvia, sino como ahora aseguran los agoreros del calentamiento global: por el crecimiento descontrolado de los océanos. Así como fue un bagre quien le reveló a nuestro también deífico Osiris Rodríguez Castillo la existencia de un reino bajo el agua, puede haber peces que dominen la oceanografía, que es su especialidad.
También semejante es la versión griega, en la cual Zeus castiga a la humanidad no por sus pecados sino por haber aceptado el fuego que les donó Prometeo luego de haberlo robado del Olimpo. Deucalión y su esposa Pirra fueron los únicos supervivientes. Prometeo le dijo a su hijo Deucalión que construyese una embarcación, en la cual dispusieron todo lo necesario, y así sobrevivieron, según relatan en la Wikipedia. Y hay más similitudes: cuando terminó el diluvio, el arca de Deucalión se posó en el monte Parnaso, no en el Ararat donde se presume caprichosamente que encalló el arca de Noé.
El Corán también refiere al diluvio, en una réplica de casi absoluta simetría Noé es mencionado como Nuh en el Corán y repudia a su esposa por impura, condenándola a perecer ahogada, aunque salva a casi toda su descendencia. ¿Cómo hizo luego para reproducirse el propio Nuh? No lo explica el Corán, pero ahí está la poligamia y la colectividad Lgtbi para ofrecerte un abanico de soluciones.
Si nos quedamos ahí, podríamos abrazarnos a la teoría de que la inundación fue un fenómeno regional ocasionado –por ejemplo—en un tsunami mediterráneo que habría causado el estaillido del volcán Etna en el 6.000 antes de Cristo. Esta es una entre otras teorías bastante aceptables. Muy bien, pero no alcanza para explicar que el diluvio sea mencionado en casi todas las culturas de cualquier parte del mundo.
La única explicación plausible de un diluvio planetario estaría según algunos científicos en la llamada Catástrofe de Toba, como denominan el estallido de un supervolcán ubicado entonces en Indonesia. Como consecuencia de este fenómeno, se produjo un invierno volcánico de seis años de duración, bajando 15 grados la temperatura del planeta y produciendo lluvias desmesuradas y muy prolongadas. Así de científica y comprobable es la versión que preserva la tradición oral de los indios Innu de Canada.
Pero hay un problema para aceptar esta teoría. La Catástrofe de Toba ocurrió hace 70.000 años, cuando la humanidad estaba todavía en ciernes… aunque ya dominaba el lenguaje hablado. ¿Pudo la tradición oral sobrevivir a tantos milenios? Difícil para Sagitario, pero al menos es algo de qué agarrarse, a menos que aceptemos el origen comun del hombre y una religión original con esta tradición, de la cual derivan todas las otras. Los innus serían tipos con una memoria superdotada. La cuestión es que esta catástrofe le sentó bien a la humanidad, pues aunque la redujo a unos 10.000 individuos, presuntamente todos africanos, le despejó el camino evolutivo hacia el dominio del planeta. Le hizo bien a la humanidad, ¿le hizo bien al planeta? Mmmm, esa es otra fiera cuestión.
En fin, no nos detengamos demasiado en la enumeración de los diluvios según cada cultura, pero no deberíamos ignorar la sorprendente versión de los chibchas caribeños, muy coincidente con el fenómeno de Toba y también el bíblico. La humanidad se habría descarriado hasta tal punto que Chibchacún, el dios del bien y del mal se enojó tanto como Jehová, Yavhé y Alá, hasta el punto de cubrir el cielo de nubes y hacer retumbar relámpagos. La gente se refugió en sus casas y Chibchacún les envió una interminable sucesión de lluvias que inundaron todo y ahogaron a los hombres que no consiguieron llegar a las montañas.
Cuando parecía que era el fin, los ruegos un dios mayor, Bochica, dieron resultado. Apareció con su túnica y su vara mágica y se compadeció de la humanidad, haciendo cesar la lluvia y los truenos, para dejar asomar un cielo azul. Entonces partió una roca con su cayado y en ella perforó un agujero abismal por el cual se escurrió toda el agua sobrante. Y ahora, agarrate: Bochica le dejó una señal a la gente de su cambio de disposición, en el caso de que se siguieran portando bien. Hizo relucir un Arco Iris del otro lado del lago donde caen las aguas del Salto de Tequendama. Luego, salió el sol resplandeciente.
Entonces ahora, para dármelas de erudito o beato, cito (Génesis 9:12-17): “Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que hago entre yo y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por todas las generaciones: pongo mi arco en las nubes y será por señal del pacto entre yo y la tierra. Y acontecerá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se verá el arco en las nubes.” Esta es la famosa referencia al Arco Iris, la promesa divina de que ya no causaría más mortandad universal. ¿Puede Dios incumplir una promesa? Como poder, puede porque Él puede todo, pero ¡qué feo!. Porque en el Apocalipsis se anticipa que habrá mortandad y esa vez no habrá Arca. Estate tranquilo que esto debe tener una explicación, pero está fuera de mi alcance, se la dejo a los teólogos.
En la Wikipedia se citan tantas leyendas, mitos y religiones amerindias que refieren al diluvio que, como digo al principio, tendrías que ser un gran desacreditador universal para negar el horrible castigo que tuvieron y tendrán todos los que se portan mal y no saben nadar.
Siguiendo con la fuente, “en el manuscrito mexica denominado Códice Borgia (Códice Vaticano), se recoge la historia del mundo dividido en edades, de las cuales la última terminó con un gran diluvio a manos de la diosa Chalchitlicue. En mitología incaica, Viracocha destruyó a los gigantes con una gran inundación, y dos personas repoblaron la Tierra: Manco Cápac y Mama Ocllo. Únicamente sobrevivieron en cuevas selladas.
“En el lago Titicaca, donde habita un grupo de indígenas conocidos por el nombre de uros o urus, existe una leyenda local que dice que, después del diluvio universal, fue en el lago Titicaca donde se vieron los primeros rayos del Sol. A mi me encanta la versión diluvial de los guaraníes, siempre tan poéticos y eróticos. La Mitología guaraní sostiene que durante el tiempo conocido como “Yvy tenonde” (primera tierra), los hombres y los dioses convivían libremente en ésta en abundancia y no existían enfermedades o penurias. El Paraíso, como quien dice…
Hasta que un hombre llamado Jeupié transgredió el tabú máximo: el incesto, al copular con la hermana de su padre. Este hecho fue castigado ejemplarmente con un diluvio (Mba’e-megua guasu) que destruyó aquella tierra primera y produjo la partida de los dioses hacia su morada celestial. Ñamandú, dios principal de los guaraníes, decide crear entonces una segunda tierra, aunque imperfecta. Solicita entonces la ayuda de Jakairá quien esparce una bruma vivificante sobre la nueva tierra. Los sobrevivientes del diluvio pasan a habitar esta tierra donde ahora existen la enfermedad, los sufrimientos y la muerte.
Desde entonces los hombres habitantes de la “nueva tierra” conocida como Yvy Pyahu están condenados a la eterna búsqueda de aquella primera tierra perdida que llaman: “Yvymara’neỹ” (Tierra Sin Mal).
Inquietante es “La Pedra do Ingá” en el Estado de Paraiba, en Brasil. “En la Pedra do Ingá hay más de 400 grabados, algunos zoomorfos, otros que representan signos abstractos y otros que representan estrellas. Uno de los investigadores más notables que la ha estudiado fue el brasileño de origen italiano Gabriele D’Annunzio Baraldi, afirma la misma fuente. En su opinión, la roca sería el relato del diluvio universal escrito en un idioma muy similar al hitita, hablado en el II milenio antes de Cristo en la actual Turquía”.
Y eso que podría enloquecer al nigromante más prudente es apenas un atisbo, pues hasta los misteriosos pascuenses creen en el diluvio. La tradición local dice que sus ancestros llegaron a la isla escapando de la inundación de un mítico continente o isla llamada Hiva.
Es muy cierto, el diluvio universal es un mito difícil de digerir por la ciencia que tiene múltiples pruebas de que no pudo ocurrir simultaneamente y en todos lados… pero nada impide que hayan ocurrido diluvios en varios lugares de la tierra y que hayan sido recogidos en las diferentes creencias regionales. O que las leyendas no sean anteriores a la conquista, en el caso de las americanas. Casi tan indigesta como la fe en un diluvio textualmente coincidente con el relato del Génesis, es la Fe implícita en negarlo absolutamente apoyándose en estudios científicos que se doblan tanto como sea necesario para negar los simplismos del Creacionismo. Para aceptar la evolución no es necesario llegar a extremos patéticos. Si te interesa desmentir a los creacionistras, recomiendo una incursión en http://www.sindioses.org/cienciaorigenes/objecionesgeo.html. Y si te interesa lo contrario, pero con seriedad, podrías leer http://protestantedigital.com/cultura/30938/Teorias_cientificas_a_favor_del_Diluvio_que_relata_Genesis . ¿Preferís teorías conspirativas? Entonces: http://elgranenganyo.com/weboficial/archivos/2677
En cuanto al Arca en sí, es un tema apasionante… pero meterse en él alejaría en estampida a lectores de un sitio como éste, que no es de investigación ni de academicismo, sino de entretenimiento. Baste decir que ya han asegurado haber encontrado la nave en el monte Ararat. Lo cual no deja de ser curioso, pues los estudiosos del texto bíblico ubican el arca en la región montañosa de Urartu, en la actual Armenia y Anatolia.
La tradición cristiana la ubica la ubica en el monte Ararat, donde se aseguró muchas veces que había sido encontrada, fotografíada y mucho más… sin ningún efecto posterior. Es decir, la encuentran cada pocos años ocupan titulares durante unos días y después viene un ominoso silencio. Siempre salen al rescate, del arca en la cumbre de alguna montaña, pero ¿alguien se asegura de que los rescatistas vuelven y no le dicen nada a nadie, o quedan perdidos para siempre ellos también?
Autor: Guillermo Pérez Rossel
Publicado en El País de Montevideo