La quema de pastizales, que el Gobierno Provincial prohíbe desde diciembre a febrero, debido al elevado índice de peligro de propagación de incendios que se registra en esa época del año, volvió a recrudecer en la zona del Acceso Norte de Paraná, transformándose en un problema para la salud, el medio ambiente y los ecosistemas. La policía, abocada a otros controles en tiempo de pandemia, no verifica ni sanciona a los responsables.
El incendio de pastizales es un recurso muy difundido al que se apela para mejorar los pastos u otros objetivos, coinciden los expertos en agricultura, pero, sin embargo, requiere de un asesoramiento especial de quienes conocen cómo manejar el fuego. También son indispensables medidas preventivas, como notificar a los vecinos y a las autoridades que se instrumentará esta práctica; la elaboración de un plan de contingencias; contrafuegos y medidas preventivas, y asesoramiento sobre las condiciones climáticas (porque hay técnicas asociadas a los vientos) en el momento de iniciar el fuego. En Paraná, nada de eso ocurre.
Vecinos poco solidarios
Vecinos desaprensivos de la zona norte de Paraná provocaron este sábado innumerables quemas que llenaron de humo y cenizas en zonas aledañas al Acceso Norte de la capital provincial; espantaron diversas especies de pájaros que, asustados por el fuego y la pérdida de su hábitat, huían en bandadas buscando un refugio seguro; disminuyeron la visibilidad, poniendo en riesgo a automovilistas que circulaban en sus vehículos y afectaron gravemente la salud de los vecinos.
¿Por qué es perjudicial el humo de las quemas de pastizales?
El humo está compuesto de una mezcla de gases y partículas finas que se emiten cuando algo se quema. Además de afectar los ojos, estos gases y partículas finas pueden ser inhalados profundamente en sus pulmones. Esto dificulta la respiración y podría agravar otras condiciones de enfermedades crónicas, tales como el asma y las enfermedades cardíacas.
¿Qué químicos contiene?
El humo de incendios de pastizales o forestales contiene monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro y tóxico. Los bomberos que trabajan cerca de estos incendios, corren mayor riesgo de estar expuestos a altas dosis de monóxido de carbono. Síntomas de alto nivel de monóxido de carbono en la sangre incluyen dolores de cabeza, mareos, náusea, y funcionamiento mental disminuido. Además, el humo contiene otros químicos, muchos de los cuales causan irritación de los ojos, nariz, y garganta.
Desde el punto de vista de la salud pública, las quemas resultan preocupantes por una serie de razones, porque en estos procesos de combustión incompletos se producen dioxinas, contaminantes altamente tóxicos y cancerígenos.
Fuente de dioxinas y furanos
La quema de biomasa se considera una fuente importante de dioxinas. Los factores que influyen en la emisión de dioxinas son las condiciones de la combustión, el contenido de cloro y la presencia de plaguicidas adsorbidos a la superficie de hojas y tallos en los residuos agrícolas.
Dioxinas y su toxicidad
Se considera que las dioxinas, incluso en muy pequeñas cantidades, constituyen un problema para la salud y el medio ambiente, ya que:
- son persistentes y permanecen en el medio ambiente durante largos periodos, antes de degradarse;
- son acumulables y se almacenan en el tejido graso de animales y humanos, y
- pueden viajar grandes distancias en la atmósfera, de modo que en algunos casos las dioxinas generadas en una zona terminan en una región muy distante.
Numerosos estudios vinculan la exposición a dioxinas con una variedad de efectos nocivos en la salud, como menor concentración espermática en varones expuestos cuando eran lactantes o niños; cambios en los niveles de hormonas tiroideas; efectos neurológicos en el feto por exposición durante el embarazo; niveles más bajos de testosterona; problemas reproductivos en mujeres, como menstruaciones más prolongadas y menopausia más temprana; diabetes y daños al sistema inmunitario; cloracné, incluso en grados severos, cuando la exposición es muy elevada, y varios tipos de cánceres en humanos.
Manejo del fuego
La Ley nacional 26.815 de Manejo del Fuego protege el medio ambiente de los incendios forestales y rurales en el todo el país.
Obligaciones de los ciudadanos
¿Qué hacer si te enterás de un incendio en un bosque o en un campo?
Tenés la obligación de hacer la denuncia anta la autoridad más cercana.
¿Qué puedo hacer para evitar incendios?
Tenés que extremar el cuidado de los recursos naturales cuando usas el fuego respetando las prohibiciones y limitaciones establecidas.
¿Qué deben hacer las personas que tienen tierras en las zonas afectadas por el fuego?
Deben permitir los trabajos preventivos y de combate que determine la autoridad tales como: vías de acceso, depósitos de agua, zona de aterrizaje de helicópteros, etc.
En caso de emergencia, tienen la obligación de colaborar con el personal de lucha contra incendios que puede decomisar bienes y ocupar temporalmente el campo para extinguir el fuego.
Deben elaborar e implementar planes de protección que tienen que ser aprobados por la autoridad.
Sanciones
¿Qué responsabilidad tiene el que produce un daño ambiental a causa de un incendio?
Tiene la obligación de recomponer las áreas incendiadas para su recuperación y en caso de que no fuera posible, la justicia fija una indemnización.
¿En qué casos se viola esta ley?
Cuando, por ejemplo, en el interior de bosques y pastizales se lleva o se enciende fuego cuando no está permitido.
No se cumple con la obligación de dar aviso a la autoridad más cercana de la existencia de un foco de incendio.
Se enciende fuego o se realizan quemas sin autorización.
Se impide o dificulta el accionar del personal combatiente de incendios en terrenos de propiedad pública o privada.
¿Qué sanciones pueden corresponder?
Pueden ir desde apercibimiento, multa, pérdida de concesiones, entre otras.
De la Redacción de AIM.