Hace años los investigadores se preguntaron qué ocurre en un núcleo en particular en el cerebro (el hipocampo) cuando un individuo (animales experimentales) es sometido a estrés crónico. Fue cuando observaron que algunos reaccionan bien y otros no; similar a lo que ocurre en humanos, algunos sobreviven a los problemas cotidianos y otros se deprimen.
Contando con animales de laboratorio, se simulan situaciones que producen estrés crónico, similares a los que pueden experimentar los seres humanos. En mamíferos se observó estrés psicosocial, en el que se estresa cuando ve diariamente a un animal dominante.
"Lo que encontramos es que el animal estresado expresa en el hipocampo una menor cantidad de una proteína presente en la membrana de las neuronas ", explica el doctor Frasch.
Es que cuando un individuo se estresa, es probable que sus neuronas se retraigan e interaccionen menos con las células vecinas. Si ante esta situación se trata al animal estresado con antidepresivos, las neuronas vuelven a hacer contacto con sus "vecinas" y se regresa a la normalidad.
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