La elongación es tan importante como la actividad física. Esta técnica consiste en alargar la longitud de un musculo o grupo muscular, separando los puntos de inserción. Realizarla a diario con o sin actividad física de por medio es sumamente saludable, porque contribuye a mantener la flexibilidad, el tono y la fuerza. Por el Lic. en Kinesiología y Fisiatría Nicolás Righelato.
También mejora la coordinación motriz, previene lesiones musculares e incrementa la circulación sanguínea y linfática. Por ende, contribuye tanto a la movilidad de los distintos segmentos del cuerpo como a su funcionamiento y bienestar en general.
Al hacer actividad física, los músculos trabajan en contracción y relajación, es decir acortándose y alargándose consecuentemente. Luego de esta actividad y ya en periodo de reposo, las fibras constituyentes de los músculos quedan en un estado anárquico, es decir, desordenadas en relación con su estructura normal.
La elongación posterior a la actividad física favorece el reordenamiento de las fibras musculares mejorando la circulación de las mismas, la oxigenación, el arribo de células encargadas del barrido de sustancias de desechos generadas durante la actividad, y también la llegada de nutrientes y células para regenerar el musculo.
La elongación realizada a diario puede llegar a ser un gran cambio para la calidad de vida de quienes la practiquen. Puede que no se padezca molestia alguna, entonces esta actividad va a contribuir de todos modos por las razones antes comentadas. No hay que estar enfermo o haciendo ejercicios para practicarla. Es bueno tener un esquema de elongación general de los principales grupos musculares (cuello, región toráxica, brazos, antebrazos y manos, columna lumbar y miembros inferiores).
Este artículo fue publicado en el Material Educativo de Icarus Centro de Salud & Longevidad, y cedido para su publicación a AIM.
Dejá tu comentario sobre esta nota