Si bien el cannabis se ha utilizado durante siglos por la humanidad, a menudo descuidamos el impacto que tiene sobre el cerebro de las personas más jóvenes. Lo analizamos en el siguiente artículo.
¿Qué relación existe entre el cannabis y la esquizofrenia? Quizás has escuchado alguna vez que la marihuana o su psicoactivo, el THC, está detrás de esta enfermedad mental grave. Bien, lo primero es aclarar que esta droga depresora no genera por sí misma dicho trastorno mental. No obstante, puede activarlo en quienes ya presentan una predisposición genética.
El cannabis es una de las sustancias psicoactivas más consumidas entre los adolescentes y adultos jóvenes. El uso persistente en personas con un cerebro aún inmaduro y en desarrollo, sí puede presentar riesgos y efectos secundarios preocupantes.
Si bien estamos ante un compuesto con una larga tradición en nuestras culturas, cuya administración es legal en algunos países, es importante conocer sus contraindicaciones.
Según diversos estudios, las personas con esquizofrenia son las que más abusan del consumo de cannabis debido a su efecto relajante.
Cannabis: qué es y cuáles son sus efectos
El cannabis o marihuana define a un grupo de tres plantas con propiedades psicoactivas: cannabis sativa, cannabis indica y cannabis ruderalis. Cuando sus hojas, tallos o flores se secan se procede a su consumo con el fin de beneficiarse de sus efectos relajantes. Ello explica su utilidad tanto recreativa como médica.
Por otro lado, es interesante saber que el cannabis contiene más de 120 componentes o cannabinoides. Pero la ciencia aún no conoce con exactitud la funcionalidad o efectos de todos. Hasta el momento, las industrias farmacéuticas focalizan su interés en dos sustancias claves que son las siguientes:
El tetrahidrocannabinol (THC) es el principal psicoactivo del cannabis. Es el responsable del clásico «subidón», debido a la estimulación que genera en las neuronas para que liberen dopamina.
El CBD. Se usa para aliviar la inflamación y el dolor; sin embargo, estudios como los publicados en la revista Neuropsychopharmacology argumentan que aún no se comprenden con exactitud los mecanismos de este cannabidiol y necesitamos, por tanto, de más investigaciones al respecto.
¿Qué efectos tiene la marihuana?
El cannabis se considera una droga «inofensiva» con gratificantes efectos relajantes, aunque su aparente inocuidad es algo que la literatura científica lleva décadas dudando. Un estudio reseñado en A Journal of Cerebral Circulation pone el foco en quienes más recurren a esta sustancia: los jóvenes.
El impacto que tiene en el cerebro, en caso de un consumo prolongado, llega a ser muy nocivo. Analicemos, no obstante, cómo reacciona el cuerpo y la mente bajo los efectos de la marihuana.
Efectos a corto plazo
· Mareos.
· Relajación.
· Alivio del dolor.
· Sensación de bienestar.
· Incremento de la creatividad.
· Sensorialidad alterada.
· Variación de la percepción espacio-tiempo.
Efectos a largo plazo:
· Náuseas.
· Letargia.
· Irritabilidad.
· Broncodilatación.
· Problemas para dormir.
· Problemas de memoria.
· Episodios psicóticos.
· Aumento de la ansiedad.
· Alteraciones en la atención.
· Bajada de la presión arterial.
· Incremento de la agresividad.
· Lentitud en el tiempo de reacción.
· Dificultades para procesar la información.
Investigaciones como las realizadas en el Hospital de Sant Pau, de Barcelona, en España, destacan que pueden aparecer efectos adversos agudos y crónicos tanto en la salud física como en la mental.
El cannabis o marihuana puede convertirse en una droga adictiva. Estudios como los publicados en Journal of Neuroimmune Pharmacology, nos indican que los cambios neurobiológicos de esta sustancia son semejantes a otras adicciones, aunque eso sí, con menor impacto cerebral.
El consumo de cannabis se eleva cada año entre los jóvenes de sexo masculino entre los 16 y 25 años. Esto se traduce en un incremento de las tasas de esquizofrenia, puesto que el THC actúa como disparador de la enfermedad, en caso de que la persona ya presente una predisposición genética de base.
Cannabis y esquizofrenia: usos y riesgos
Cannabis y esquizofrenia conforman una variable de gran interés para el campo de la psicología, la psiquiatría y la neurociencia. A menudo, se refuerza la idea de que el consumo persistente de esta droga actúa como disparador de esta enfermedad mental.
Como se dijo al inicio, la marihuana puede resultar peligrosa en caso de que la persona tenga ya una predisposición genética hacia la esquizofrenia. Lo analizamos en detalle.
Cannabis y la esquizofrenia en los hombres
El consumo de cannabis es un factor de riesgo demostrado para jóvenes de entre 16 a 25 años. Disponemos de estudios muy recientes como los publicados en la revista Psychological Medicine, donde nos aportan una información significativa que debería tenerse muy en cuenta. Sobre todo, de cara a los procesos de legalización de la marihuana que muchos países ponen en práctica.
Esta investigación realizada con 6.907.859 personas nos dice que la quinta parte de los casos de esquizofrenia entre hombres jóvenes podría prevenirse evitando el consumo de cannabis.
El consumo de marihuana es en especial significativo entre los jóvenes de sexo masculino. Son ellos los que desarrollan en mayor grado este trastorno psiquiátrico, siempre y cuando presenten una predisposición genética.
El trastorno por consumo de cannabis se ha elevado en los últimos años. Esto es un factor de riesgo para que el incremento de pacientes con esquizofrenia también aumente, dado que el THC actúa como disparador en los casos ya señalados.
Asimismo, es pertinente tener en cuenta que el THC puede desencadenar y/o empeorar la propia esquizofrenia, en caso de que el paciente ya la haya desarrollado. Recordemos que este trastorno psiquiátrico muestra su sintomatología entre los 18 y 25 años, por término medio.
¿Por qué las personas con esquizofrenia consumen cannabis?
Es muy frecuente que los pacientes diagnosticados con esquizofrenia fumen marihuana por sus efectos relajantes. Muchas personas dicen sentirse más centradas, con una mayor sensación de bienestar y calma interna. Esa percepción les hace creer también que, gracias al cannabis, se reducirán los episodios psicóticos.
Ahora bien, la comunidad científica ya ha visto a través de diversos estudios que esta percepción es errónea. Dado que los compuestos del cannabis son un elemento de gran interés para la industria farmacéutica, se indaga su uso terapéutico en este sector de la población.
Todavía no hay pruebas concluyentes de que el cannabis tenga un beneficio positivo sobre los síntomas y la cognición de los pacientes con esquizofrenia (Ahmed et al. 2021). Necesitaríamos de más estudios que se focalizaran en analizar mejor las dosis, la forma de administración o las características de los propios enfermos.
La comunidad científica entiende que se necesita de mayor investigación para comprender los beneficios terapéuticos del cannabis. Sin embargo, su legalización puede poner en riesgo a numerosos colectivos; como es el caso de los jóvenes con cerebros aún inmaduros que presenten un consumo continuado.
El cannabis como terapia psicodélica
Conocemos ya el vínculo entre el cannabis y la esquizofrenia y somos conscientes, a su vez, del riesgo de consumir de manera continuada esta droga psicoactiva. Pero ¿qué hay de su utilización terapéutica? Muchos pacientes con dolor crónico o que están en quimioterapia se benefician de la administración de marihuana.
Además, en los últimos años el cannabis también forma parte de la terapia psicodélica, al igual que el Mdma, la psilocibina y la ayahuasca. Son modelos terapéuticos asistidos por especialistas, en los cuales el paciente está en todo momento en un contexto clínico controlado.
La administración del cannabis parte de microdosis muy puntuales, con el fin de abordar historiales de trauma o estrés postraumático. Frontiers in Psychiatry describe los beneficios en un caso y destaca, a su vez, la necesidad de incrementar las exploraciones en este campo, sobre todo en casos más graves como los traumas complejos. Estaremos pendientes de más avances.
Fuente: La Mente es Maravillosa.-
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