Así la conocimos (o nos las vendieron): “Es la nueva alternativa ecológica para el cuidado íntimo que reemplaza al tampón y la toallita. Hecha de silicona médica 100 por ciento hipoalergénica, la copa menstrual dura 10 años, no daña el entorno vaginal y es reutilizable”. No obstante, su inocuidad está en la actualidad puesta en duda. Al menos así lo asegura un estudio que concluyó que su uso podría suponer un mayor riesgo de contraer el síndrome del shock tóxico que los tampones, algo que en principio se suponía era uno de sus mayores beneficios.
El síndrome del shock tóxico, que afecta a una de cada 100.000 personas (tanto hombres como mujeres), se ha asociado desde su descubrimiento al uso de tampones.
La investigación, realizada por la Sociedad Americana de Microbiología y la Facultad de Medicina de la Universidad de Lyon, Francia, analizó 15 productos (11 marcas de tampones y cuatro tipos de copa menstrual), y apuntó a que hay un mayor crecimiento de la bacteria -la Staphylococcus aureus- que desencadena el síndrome cuando se usa la copa menstrual. Además, el tamaño de la copa parece influir: cuanto más grande es, más aire entra en la vagina y más se propicia su desarrollo.
Para los especialistas pueden influir otros factores
“Los resultados de este tipo de estudios no siempre pueden extrapolarse a la práctica clínica. En las pocas posibilidades de contraer la enfermedad influyen otros factores que no son el tampón o copa menstrual”, le contó al diario El País, el coordinador de ginecología de HM Hospitales y vicepresidente de la sección de asistencia privada de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), Manuel Marcos Fernández.
En su opinión, “la copa menstrual sí puede ser una buena opción para prevenir el síndrome frente a los tampones”, sobre todo por los tejidos y materiales con los que se elaboran tampones y copas hoy en día. Eso sí, es necesario mantener unas medidas básicas de higiene y manutención del producto (como hervirla tras su uso), pues “son fundamentales para prevenir el crecimiento de bacterias”, según las instrucciones de uso de las copas.
Por su parte, la empresa Mooncup que produce copas menstruales advierte que, como el síndrome “está asociado al uso de dispositivos anticonceptivos intrauterinos o dispositivos anticonceptivos intravaginales, copas menstruales y tampones”, en caso de notar algún síntoma es necesario extraer el producto y acudir al médico “de inmediato”.
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